El Obradoiro de Emprego de Catoira, denominado "Uliae Aquam", está formado por 26 alumnos con más de 25 años que se distribuyen en los módulos de albañilería, carpintería y jardinería. Son ellos los que se ocupan de obras como la mejora y ampliación de los edificios socioculturales de la localidad, con un resultado que es alabado ahora por el alcalde catoirense, el socialista Alberto García García.

Gracias a este plan formativo, que tiene un presupuesto de casi 550.000 euros y una duración de doce meses, se desarrollaron las obras de eliminación de barreras arquitectónicas y las de construcción de una rampa de acceso al local social de la parroquia de Abalo, donde además se adaptaron los aseos para facilitar su uso entre personas con discapacidades.

Explica el regidor que "una vez finalizadas las tareas de fontanería y electricidad se procederá a pintar y ultimar la reparación general del inmueble". Y todo ello mientras los alumnos de carpintería se ocuparon de la elaboración de mesas y sillas para equipar las dos plantas del edificio.

En los jardines trabajaron otros alumnos, en este caso ocupándose de la limpieza y poda de árboles.

En cuanto al centro social de Dimo, "los alumnos de albañilería ya finalizaron los trabajos de demolición de los aseos para adaptarlos a personas con discapacidades, y también está prevista la construcción de un pórtico en la entrada, una división en la sala de la primera planta y la reforma del escenario", apostilla García.

Asimismo, en la planta baja "van a crearse nuevos espacios de oficinas y un vestuario", continúa el primer edil, quien añade que "los aprendices de jardinería trabajan también en la limpieza y acondicionamiento del entorno, donde va a instalarse una valla de madera para sustituir parte de la existente".

Coaxe

La segunda parte de este Obradoiro de Emprego va a centrarse en la construcción de un centro social en Coaxe, "incluyendo las tareas de albañilería, carpintería interior y exterior, acondicionamiento de la parcela y construcción de aseos, salón y cocina", concluye Alberto García García, quien destaca la utilidad de este tipo de iniciativas formativas que casi siempre se llevan a cabo con ayuda económica de la Administración autonómica y a las cuales el municipio vikingo suele sacar un gran partido.