Unos cuarenta y cinco parados de la asociación Lazareto de Carril que pretenden ingresar en la agrupación de mariscadoras a pie protagonizaron ayer medidas de presión con el fin de conseguir que se amplíe el cupo en este colectivo. Intentaron boicotear las faenas en la autorización marisquera de A Fangueira, se encerraron en la cofradía y protagonizaron un corte de tráfico ante la lonja, hasta que por fin consiguieron concertar una reunión con la Cofradía, la Xunta y la directiva de las mariscadoras, que se va a celebrar este viernes con el fin de estudiar la viabilidad de incrementar el número de miembros en el marisqueo a pie y a flote.

Los miembros de Lazareto llevan tiempo intentando ingresar en la agrupación de mariscadoras de Carril y muchos de ellos ya han superado los cursos para obtener el permex que les habilita para trabajar, pero siguen esperando la ampliación del cupo. Señalan que la agrupación de mariscadoras de la Cofradía de Carril es una de las más pequeñas de la zona, con unas sesenta y cinco integrantes, de las que están en activo poco más de cuarenta por bajas laborales, y tienen a su disposición autorizaciones marisqueras con una superficie de 1.200.000 metros cuadrados. Estiman que es un espacio suficiente como para acordar la ampliación del cupo e integrar a los mariscadores en paro que buscan una salida laboral.

Fueron numerosas las gestiones realizadas ante la Xunta, la Cofradía y la Agrupación de mariscadoras, sin éxito, dado que los tres se responsabilizaban entre sí de que se mantuviera el cupo cerrado. Ayer decidieron pasar a la acción y se presentaron en la zona de A Fangueira, donde sobre las nueve y media de la mañana las mariscadoras a pie iban a comenzar la faena. Las demandantes de un puesto en la agrupación se metieron en el mar con las mariscadoras exigiendo la apertura del cupo. Estas les indicaron que habían propuesto el año pasado el ingreso de ocho y este año el de diez, pero que no sabían por qué la Cofradía y la Xunta habían frenado este proceso.

Ante esta respuesta, intentaron hablar con algún responsable de la delegación comarcal de la Consellería do Mar en Carril, donde las remitieron a sus superiores. Por lo que optaron por dirigirse a la sede de la cofradía y encerrarse en ella hasta poder aclarar la situación.

En el pósito se reunieron con el patrón mayor quien explicó que la cofradía había solicitado la ampliación del cupo y aún no tenía respuesta de la Xunta. Las explicaciones del patrón, Fernando Franco, no convencieron a los miembros del colectivo Lazareto que continuaron las movilizaciones ante la lonja, intentando impedir el acceso de las mariscadoras a pie para vender sus bivalvos. Allí volvieron a entrevistarse con el patrón, que hizo unas gestiones ante la Xunta, consiguiendo la convocatoria de una reunión para el viernes por la mañana en la Consellería do Mar, en Santiago, a la que asistirán el patrón, 2 mariscadoras de la agrupación, 2 de libre marisqueo, y 2 de Lazareto.