Maximino Cid Ferro, el policía local de Ourense que acaba de ganar la plaza de sargento de la policía de Cambados, espera una llamada del ayuntamiento para desvelar si finalmente acepta o no el cargo en la villa arousana. El litigio judicial por esta plaza se remonta a 2001, cuando Cambados convocó una oposición para cubrir el puesto de sargento.

Cid Ferro era uno de los aspirantes y denunció la existencia de graves irregularidades durante el examen –uno de los opositores dispuso de más tiempo para completar su prueba y parece ser que conocía de antemano algunas de las preguntas– y a partir de ese momento el caso se empantanó durante más de ocho años en los tribunales.

Una y otra vez los juzgados le daban la razón al policía ourensano, pero el entonces alcalde cambadés, José Manuel Cores Tourís, recurrió constantemente esos fallos. La última vez que lo hizo fue ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), para dejar sin validez un fallo de los juzgados de Pontevedra, que ordenaban al Concello nombrar sargento a Maximino Cid Ferro.

Hace unos días, el TSXG hizo pública una sentencia en la que echa por tierra los argumentos del ayuntamiento. El nuevo alcalde de Cambados, Luis Aragunde, manifestó que su intención es enterrar de una vez por todas el hacha de guerra, y abrir las puertas a la llegada de Cid Ferro. Pero el agente ourensano espera ahora una llamada oficial del ayuntamiento para valorar la situación y decidir si acepta o no el cargo.

En lo que se refiere a la última sentencia del TSXG, los magistrados desestiman íntegramente el recurso de apelación que había presentado el ayuntamiento de Cambados a través del entonces asesor jurídico y ahora director xeral de Administracións Públicas de la Xunta, Norberto Uzal Tresandi.

Los hechos se remontan a 2006, cuando tras varios pleitos, Cid Ferro se sometió a un nuevo examen para optar a la plaza de sargento. Pero el tribunal calificador, que presidía Tourís, le suspendió. El policía de Ourense consideró injusta la puntuación que le dieron en la prueba práctica y recurrió el suspenso, pero el ayuntamiento lo desestimó.

Cid acudió entonces a los juzgados, y solicitó que un perito independiente examinase su prueba de la oposición y la valorase. Así lo hizo un jefe de Policía Local coruñés, y concedió un aprobado alto al examen de Cid. En 2007 el tribunal de lo Contencioso-Administrativo de Pontevedra ordenaba el nombramiento de Cid Ferro al conceder mayor validez a la puntuación del perito, pero el ayuntamiento recurrió ante el TSXG.

El argumento municipal es que la valoración de un perito no puede anteponerse a la del tribunal calificador de la oposición, y que en cualquier caso las puntuaciones que el tribunal otorgue están sujetas a la "discrecionalidad técnica".

Pero el TSXG aprecia "consistencia" en las dudas hacia la falta de justicia y equidad del tribunal calificador en su valoración del examen de Cid al estar "guiado por otras consideraciones distintas de las meramente calificativas... pudiendo haber primado la finalidad de dejar desierto el concurso, excluyendo así la posibilidad de que accediera a la plaza convocada quien había venido presentando sucesivas impugnaciones al proceso seguido". Además, el tribunal condena al Concello a pagar las costas judiciales de las dos partes derivadas de este último recurso.