Años después de que se iniciase la concentración en Vilariño, la Consellería de Medio Rural acaba de invertir 150.000 euros para darle el último impulso a este proyecto, después de años de ralentización del mismo, tanto con la Administración Fraga como con el bipartito. El objetivo de los trabajos que se han iniciado es finalizar el asfaltado de los caminos, la apertura de nuevos viales y la mejora de los accesos, de forma que las parcelas se puedan entregar a lo largo del próximo año. Las obras se encuentran ya muy avanzadas con lo cual, acelerando los trámites pendientes, los propietarios pronto podrán disponer de sus terrenos para explotarlos.

La concentración parcelaria de Vilariño, el primer y el segundo sector, fue decretada a finales de 1998. A lo largo de 1999 se llevó a cabo el levantamiento topográfico, para un año después aprobar inicialmente las bases; en 2002 se realizó el estudio del impacto medioambiental, mientras en 2003 se procedió a la aprobación de las bases definitivas: En 2004, se contrató la red principal de caminos, invirtiéndose por parte del último gobierno de Manuel Fraga en la Xunta de Galicia, más de 450.000 euros en estos trabajos. Durante todos estos trabajos se originó un importante movimiento de protesta contra el proyecto, especialmente a través de la asociación vecinal As Campanas, liderada por aquel entonces por Álvaro Rodríguez, que más tarde acabaría siendo concejal independiente en la corporación cambadesa.

En aquellas protestas se hacía hincapié en la inclusión de un humedal dentro de la concentración parcelaria, lo que suponía un claro perjuicio para aquellos propietarios a los que les hubiesen tocado esos terrenos.

Posteriormente, el asfaltado del camino principal se demoró hasta el año 2006, con el bipartito ya en la Xunta, y se llevó a cabo el proyecto de replanteo, colocándoselos marcos, algunos de los cuales dieron lugar a protestas vecinales al considerar que estaban mal situados. A finales de 2007 se contrató la apertura de nuevos caminos secundarios por importe de 175.000 euros.

La superficie total afectada es de 631.730 metros cuadrados, con 1.253 parcelas iniciales; y ahora, tras la concentración, se van a ver reducidas en 501 parcelas en manos de 325 propietarios, de los cuales 113 tendrán una parcela única con una superficie media de 1.232 metros cuadrados.

Una vez finalizada la apertura de los nuevos accesos a las fincas, con los caminos secundarios, se va a concluir el asfaltado de toda la red de caminos de la concentración parcelaria, como ya se hizo en los casos de Ribadumia y la parroquia de Oubiña. El propio Concello de Cambados va a asumir la titularidad de la red de viales que se ha creado una vez que se finalicen las obras.

Quedan pendientes ahora las parcelarias de Baión y Tremoedo, en Vilanova de Arousa, las cuales también acumulan un importante retraso en su ejecución.