Los empleados de la ONCE afectados por el cierre de la oficina comarcal ubicada en la calle López Ballesteros de Vilagarcía están negociando con la empresa la posibilidad de recibir una contraprestación económica por su traslado forzoso a Pontevedra.

En principio el personal más afectado por el cierre de la sucursal, previsto para el próximo 1 de diciembre, es el que trabaja en la oficina y que ya ha sido destinado a Pontevedra y a Vigo, dependiendo de los puestos que ocupan. Así pues, sindicatos, trabajadores y empresa negocian una posible contraprestación económica que, al menos, cubra los gastos de desplazamiento de los empleados desde Vilagarcía evitando así que tengan que ser los propios operarios los que abonen los gastos de su bolsillo cuando, dicen, "nosotros no hemos sido los que hemos pedido voluntariamente el traslado, sino que se nos fuerza a ello".

Silencio

Por el momento, y pese a que muchos de los vendedores no han sido comunicados a día de hoy sobre el cierre oficial de la delegación comarcal, todo parece indicar que las gestiones a partir de finales de año tendrán que realizarse en Pontevedra.

La medida de recorte de gastos, según señala la empresa, afecta a un total de 45 personas, muchas de las cuales, y debido a su condición de discapacitados, tendrán que depender de otra persona para desplazarse hasta la capital de provincia o bien pagarse un taxi. Ninguna de las personas afectadas acepta las razones esgrimidas por la ONCE para justificar el cierre de la oficina y que aludían al alto coste de mantenimiento de la misma.

Los trabajadores insisten en que "los gastos son mínimos porque lo único que hay que cubrir es la factura de la luz y del agua´.

De hecho, y según indican los propios empleados, "la oficina pertenece a la ONCE desde hace más de cinco años por lo que ni siquiera tenemos que pagar el alquiler".

Por teléfono

Tras el anuncio del cierre han sido muchos los vendedores que se han estado informando sobre las posibles alternativas que poseen a la hora de realizar gestiones. Unos optan por "hacerlo por teléfono o por correo ordinario, aunque es cierto que eso va a perjudicarnos porque se tardará mucho más en todo y aquí todos nos conocíamos y sabíamos como trabajábamos".

De todos modos, los vendedores que cubren las principales zonas de la comarca de O Salnés y municipios aledaños (incluidos dentro de la zona de influencia de esta delegación) seguirán ejerciendo su trabajo en el mismo lugar que lo venían haciendo hasta ahora dado que los boletos y el dinero se gestionan directamente con la entidad bancaria.