El Concello de Cambados ha abierto un expediente sancionador a un cocedero del polígono industrial de Sete Pías, como presunto responsable de unos vertidos sin depurar al río Pequeno, en Oubiña. El Ayuntamiento explica que a principios de octubre se detectó un vertido ilegal, dando aviso de inmediato al Seprona.

Además, una patrulla de la Policía Local y unos técnicos de Espina y Delfín –concesionaria del saneamiento– visitaron la zona, y tras realizar unas comprobaciones llegaron a la conclusión de que el vertido era responsabilidad de un cocedero que ya tiene antecedentes por estos mismos hechos.

Por ello, se le abrió un expediente sancionador. El BNG de Cambados denunció anteayer que los vecinos de Oubiña ya están hartos de soportar los constantes vertidos al río Pequeno, y afirmaba que la culpa no es de las empresas, sino del Concello. Según el nacionalista Víctor Caamaño, estos vertidos sin depurar se deben a una mala planificación del parque empresarial, que se construyó sin depuradora y con una tubería de pluviales al río que pasa por Oubiña.

Pero el grupo de gobierno que dirige Luis Aragunde no comparte esta opinión. "La solución a los vertidos ilegales depende en gran medida del grado de concienciación de los empresarios. Desde el Concello los seguimos instando a que utilicen su depuración interna, como están obligados por ley".

El Concello alega que no es la primera vez que se multa a una empresa por desaguar sus residuos por las tuberías de pluviales, y anima también a los vecinos a que denuncien todos los casos que se produzcan "para favorecer un control más intensivo" sobre los infractores.

En lo que respeta a las manifestaciones del BNG, Aragunde sostiene que los vertidos no se deben a una mala planificación del parque empresarial "que cuenta con todos los servicios necesarios para su correcto funcionamiento". Además, reprocha a los nacionalistas su apoyo "a la imposición autoritaria de un macropolígono en Tremoedo" que según Luis Aragunde generaría constantes inundaciones en Oubiña "situada en la cota más baja a lo largo de la falda del monte Lobeira". Finalmente, argumenta que el BNG no quería el polígono de Sete Pías, y que ahora se opone a su ampliación "que, además de crear tejido empresarial y nuevos puestos de trabajo, podría mejorar si cabe las infraestructuras".