La asamblea de trabajadores de Muebles Carballo, que se celebró ayer en los locales de la CIG, sirvió para que se decidiese incrementar las medidas de presión sobre la gerencia de la empresa. Así, el viernes, tras reunirse con los administradores judiciales, los trabajadores se concentrarán en la rotonda de la Porta da Luz Salgada a las 18,30, desde la que iniciarán una marcha que les llevará hasta la calle Rosalía de Castro, donde el propietario de la empresa tiene su vivienda particular.

Los responsables del sindicato CIG apuntaban ayer que la presentación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) definitivo para extinguir la empresa no tiene ningún sentido, a menos que la intención sea deshacerse de los trabajadores con una indemnización mínima. Además, la empresa tiene posibilidades de ser perfectamente viable al contar con un pedido de 200 cocinas, lo que significa una carga de trabajo de entre seis a ocho meses.

Esta situación se la quieren transmitir a los administradores judiciales nombrados por el juzgado de lo mercantil de Pontevedra, con los que se van a reunir en la mañana del mismo viernes. El ERE puesto en marcha por Muebles Carballo afecta a una veintena de trabajadores, la mayor parte de los cuales, con contratos muy largos en la empresa.