No es una misión sencilla, pues se trata de una península a la que se accede por una sola carretera. Pero el Concello de O Grove va a estudiar el modo de evitar los atascos y dar mayor fluidez al tráfico en el centro urbano. Éste uno de los principales retos que se marca el alcalde, José Cacabelos Rico, respecto a la Festa do Marisco de 2010.

La masiva afluencia de público que en cada edición visita el certamen provoca importantes retenciones, y éstas se agravan si, como ocurrió este año, permanecen cortadas por obras diferentes calles del centro.

Si a esto se suma que las carpas del certamen ocupan buena parte de la zona portuaria, precisamente donde habría más posibilidades de encontrar aparcamiento, es fácil de entender que los atascos sean el aspecto más negativo del evento.

Una forma de evitar el problema es el transporte público, y en este sentido hay que destacar la iniciativa puesta en marcha por el Concello, que habilitó un servicio de transporte gratuito desde el istmo de A Lanzada hasta O Corgo, con autobuses saliendo de uno u otro extremo del recorrido cada veinte minutos.

Es una iniciativa muy positiva, pero no funciona como sería deseable, quizás porque la mayor parte de los visitantes desconocen su existencia.

Por eso el alcalde se propone reforzar y mejorar la medida de cara al año próximo, y el cuatripartito en su conjunto se marca como reto lograr una mejor planificación de las obras para que no entorpezcan el normal discurrir de la Festa.

Otra de las soluciones que se plantean es la construcción del parking subterráneo de O Corgo, surgiendo esta idea en repetidas ocasiones y siempre dentro del proyecto de reordenación de la zona portuaria y construcción del puerto deportivo. Pero no cabe duda de que será difícil, por no decir imposible, disponer de ese parking antes de octubre de 2010, de ahí la conveniencia de buscar otras alternativas.

Una opción podría ser habilitar un servicio de transporte gratuito y público en tren turístico. Los trenes podrían salir desde el istmo, como los autobuses, o incluso desde A Toxa, donde sí hay más posibilidades de habilitar zonas de estacionamiento para los turismos.

En este sentido, tanto con tren turístico como sin él, la idea de habilitar aparcamientos para la Festa en A Toxa cobra peso si se tiene en cuenta que el Concello dispone de una superficie de más de 200.000 metros cuadrados en el centro de la isla.

Es una zona natural, pero actualmente infrautilizada, por eso no es descabellado pensar en habilitar un espacio concreto para que aparquen los coches durante la Festa, ya que desde A Toxa hasta O Corgo "hay un paso" y así se estaría ampliando el recinto ferial por todo el paseo marítimo.

Con estas y otras ideas se trata de evitar que los visitantes traten de llegar con sus coches prácticamente hasta las carpas de degustación, pues al hacerlo así se producen importantes embotellamientos que colapsan la villa y sus dos carreteras de acceso desde Ardia.