El Concello de Ribadumia confía en poder escriturar a su nombre este mismo mes los edificios y parcelas públicos existentes en el entorno de la iglesia de Santa Eulalia, y que en la actualidad permanecían en un limbo legal.

La alcaldesa, Salomé Peña, indicó que ya se están abriendo las pistas previstas en el convenio firmado en su día entre el ayuntamiento y el Arzobispado de Santiago, y que el ritmo actual de las obras de apertura de estas calles permitirá dar un paso adelante en el convenio en el plazo de unas tres o cuatro semanas.

Eso significará escriturar a favor del Concello de Ribadumia los terrenos sobre los que se asientan la Carballeira, la casa da cultura, el preescolar, el pabellón deportivo, el centro de salud y una parcela que en la actualidad está sin usar, aunque reservada para usos educativos.

Este paso es de vital importancia para el ayuntamiento, que lleva décadas utilizando algunas de estas infraestructuras sin ser en realidad el propietario de los terrenos sobre los que están construidas.

A cambio, el Arzobispado se beneficia de la aplicación de un Plan Parcial, según el cual algunas de las parcelas de esa zona pasarán a ser calificadas como suelo urbanizable. Este convenio no hace sino desarrollar unas calles que ya estaban previstas en el Plan Municipal de Urbanismo de 2001, pero que llevaban desde entonces bloqueadas. No obstante, para la aplicación de este convenio también fue necesario negociar con el club de fútbol Ribadumia, ya que las nuevas pistas pasan por el viejo campo de A Senra, utilizado históricamente por el club para sus entrenamientos.

Tras varias reuniones, el Concello y el club llegaron a un acuerdo, según el cual la entidad deportiva daba luz verde a la desaparición del campo de A Senra, a cambio de que el Concello les habilite un local de reuniones en el pabellón municipal. En cuanto a los entrenamientos, los jugadores del Ribadumia se ejercitan ahora en el campo de Leiro, con la previsión de que en un futuro se cambie su actual firme de tierra por otro de césped artificial.

Un plan de 1991

En 1991 se aprobó un plan parcial para el desarrollo urbanístico de Santa Eulalia, que afectaba tanto al ayuntamiento como al Arzobispado, propietario de una extensa bolsa de terreno situada por detrás de la iglesia parroquial.

Pero no será hasta ahora, 18 años después de que se aprobase ese Plan Parcial, cuando se cumplan todas sus cláusulas. Según aquel documento urbanístico, los terrenos de la Iglesia serían incluidos en el PXOM como urbanizables, a cambio de la cesión de media docena de parcelas para disfrute de todos los ciudadanos.

La alcaldesa, Salomé Peña, destacó en su día la importancia de este convenio, ya que por un lado permitirá al Concello ser el titular real -y oficial- de los terrenos sobre los que están varios servicios municipales, y por el otro propiciará la urbanización de la zona.

Esta es, precisamente, una de las bolsas de terreno hacia las que podría dirigirse el crecimiento urbano de Ribadumia a medio plazo, y que en los últimos años estuvo centrado casi en exclusiva en el núcleo urbano de Barrantes. Santa Eulalia también ha cobrado mucho protagonismo como espacio de reuniones vecinales, debido a la existencia de la Carballeira y del auditorio municipal.