La Guardia Civil ha incrementado, durante el último año, el número de agentes y efectivos en la comarca de O Salnés y zonas específicas de Ulla-Umia. El capitán del cuartel de Vilagarcía, José María Rancaño, lo confirmó ayer durante los actos de celebración del Día del Pilar que tuvieron lugar en la capital arousana.

Rancaño anunció ayer que Vilagarcía cuenta ahora con una brigada especial de control para casos de violencia doméstica aunque la estadística no ha aumentado de modo significativo con respecto al mismo período del año anterior. El guardia civil aclaró que dos personas del cuartel vilagarciano se ocupan "única y exclusivamente" de controlar todo lo referido a las órdenes de alejamiento y tramitación de las denuncias en las propias oficinas. A ello se le suman cerca de medio centenar de agentes que vigilan, las 24 horas del día, los casos más conflictivos dependiendo del riesgo que puedan suponer.

Más agentes

El capitán destacó la creación de una cuarta unidad operativa que permite, según él, "reducir el tiempo que los ciudadanos tienen que esperar por nuestros servicios después de realizar la llamada de alarma" y que, sentenció "oscila entre los cinco y los siete minutos". De hecho, Rancaño cifró en unos 200 los agentes que controlan la comarca y periferia y que están divididos en Vilagarcía-Valga; Cuntis-Caldas; Cambados y Sanxenxo-O Grove.

Crisis y delincuencia

José María Rancaño aclaró además que los casos de delincuencia han aumentado ligeramente respecto al año pasado, pero que, según él, "no son demasiado significativos teniendo en cuenta que estamos en época de crisis y que es habitual que los robos y hurtos menores aumenten de forma exponencial". El capitán sacó importancia a este leve aumento señalando que "la delincuencia siempre es fluctuante".

El optimismo de José María Rancaño también se vio reflejado en el discurso dirigido al resto de los agentes en el ágape celebrado en el salón de actos del Liceo Casino. El capitán recordó a "los compañeros muertos en diferentes misiones y a los veteranos que nos han abierto el camino hasta donde estamos ahora".

El responsable del cuartel vilagarciano animó además a los que "hacen el servicio del día a día, que es el más ingrato, para que sigan luchando por cumplir los objetivos que nos están marcados".

Rancaño sentenció su discurso con una leve referencia a España que fue ratificada con rotundidad por un espontáneo que gritó "Viva España", una arenga que fue respaldada por aplausos y vítores por parte de los asistentes.