La regularización de las embarcaciones dedicadas al marisqueo se ha convertido en un auténtico problema para algunas flotas de la ría de Arousa, como es el caso de la de A Illa. La situación no ha pasado desapercibida para la Consellería de Mar, dirigida por Rosa Quintana, que ha mantenido varias reuniones con el sector tratando de buscar una solución adecuada para los intereses de la flota.

Este proceso de regularización excede de las competencias de la Xunta de Galicia, aunque se está trabajando en un documento que presentar tanto al Estado como a la Unión Europea que permita a la Administración autonómica tener competencias en este ámbito.

La propia conselleira reconocía durante su visita a Vilanova de Arousa este fin de semana que “a nosa intención é tratar de amosar e de convencer que as necesidades da frota de baixura galega en canto a potencia de motor, non están orientadas para mellorar o esforzo pesqueiro, senón a incrementar as condicións de seguridade nas que traballan”.

Insiste la conselleira en que “a pesca en augas interiores é moi diferente á que se fai en alta mar, por iso cremos que debemos ser nós, en colaboración co sector os que a regulemos”. En este sentido, el objetivo sería realizar una norma, totalmente consensuada con el sector, ajustada a las necesidades de la flota de aguas interiores, adjudicando determinada potencia tomando como referencia las dimensiones de la embarcación.

De hecho, la Consellería ya está trabajando en un documento en este sentido para presentar en Madrid y en Bruselas. Además, se han mantenido reuniones con Fomento y Medio Marino para buscar una alternativa adecuada a las realidades de la flota de aguas interiores, con un perfil y unas necesidades claramente diferenciadas del resto.

La regularización de las embarcaciones está trayendo de cabeza a algunas cofradías, como es el caso de A Illa, donde un importante porcentaje de la flota no reunía las condiciones que marca el Ministerio de Fomento y Capitanía Marítima.

Además de la potencia en los motores que utiliza la flota, los problemas también se encontraban en los papeles. De hecho, gran parte de las embarcaciones no se correspondía lo que figuraba en los papeles con sus características reales, algo que se trata de paliar con esta regularización, aunque los patrones mayores consideran que está mal diseñada.

En los puertos, técnicos de Fomento han estado recogiendo datos de las embarcaciones para regularizarlas en los últimos meses, especialmente en las cofradías de A Illa y Vilanova. Las dificultades que encontraron los técnicos provocaron en su día que el patrón mayor de A Illa, Benigno Chaves, solicitase una ampliación del proceso de regularización. El plazo finalizaba en junio, cuando en el puerto isleño todavía se estaba procediendo a medir las embarcaciones a mediados del mes de mayo, y se corría el riesgo de que algunas embarcaciones pudiesen quedar fuera del proceso. No en vano, el pósito de A Illa es uno de los que cuenta con un mayor número de embarcaciones de estas características.

Furtivismo

El furtivismo es otro de los puntos que preocupa al sector en la ría de Arousa, después de los intentos de agresión a algún patrón mayor en la zona norte, y a varios vigilantes en este lado de la ría. Para luchar contra esta lacra, los patrones mayores han solicitado apoyo a la Consellería que está trabajando en mejorar la coordinación entre los 140 agentes con los que cuenta el Servizo de Inspección Pesqueira y los vigilantes de los propios pósitos, así como con los agentes de la Guardia Civil para evitar que la producción en las playas quede totalmente esquilmada.

La titular del gabinete de Mar también está trabajando en mejorar la coordinación de los recursos que poseen la Consellería y las cofradías para luchar contra la lacra del furtivismo. El objetivo es lograr “unha mayor efectividade” a la hora de controlar las playas, contando además con la colaboración de las fuerzas de seguridad del Estado.

La planificación en este sentido es fundamental para ejecutar las actuaciones de vigilancia y para ello ya existe un plan piloto distribuido en cinco zonas. El furtivismo se ha convertido en uno de los quebraderos de cabeza del sector, llegando incluso a registrarse amenazas contra los vigilantes de los pósitos.

Mejora de la coordinación contra el furtivismo

La titular del gabinete de Mar también está trabajando en mejorar la coordinación de los recursos que poseen la Consellería y las cofradías para luchar contra la lacra del furtivismo. El objetivo es lograr “unha mayor efectividade” a la hora de controlar las playas, contando además con la colaboración de las fuerzas de seguridad del Estado.

La planificación en este sentido es fundamental para ejecutar las actuaciones de vigilancia y para ello ya existe un plan piloto distribuido en cinco zonas. El furtivismo se ha convertido en uno de los quebraderos de cabeza del sector, llegando incluso a registrarse amenazas contra los vigilantes de los pósitos.