Los operarios del Concello de Vilagarcía comenzaron las obras de adaptación de las instalaciones ocupadas por la Cruz Roja, en la Plaza de la Constitución, para adaptarlas con destino a la reapertura del albergue de transeúntes.

Las obras fueron supervisadas por la concejala delegada de Servicios Sociais, Ana Lorenzo, y por la delegada de Cruz Roja, Marián Velez. La colaboración de ambas instituciones permite abaratar costes con destino a la puesta en servicio de las instalaciones.

Los trabajos consisten en habilitar huecos para la instalación de un elevador que permitirá eliminar las barreras arquitectónicas del edificio y adaptarlo al acceso de personas con minusvalías. Una vez que estén los huecos abiertos, una empresa especializada se encargará de la instalación de la estructura metálica y la colocación del elevador.

Los operarios municipales también se harán cargo de la acometida de otras obras menores de adaptabilidad del edificio como son la sustitución de puertas por otras más anchas tanto en los accesos a las habitaciones como a los cuartos de baño. En estos últimos también se sustituirán las bañeras por platos de duchas adaptados a personas con minusvalías físicas.

El albergue de transeúntes tendrá capacidad para diez camas. Estará ubicado en la planta superior del edificio que ocupa la Cruz Roja y que fue cedido por la Fundación del Asilo de Ancianos de Vilagarcía con destino al uso de albergue.

Las instalaciones se completarán con un amplio vestíbulo en la parte superior que será adaptado como sala de estar. Además, unos de los habitáculos del edificio será adaptado para uso de almacén de la ropa de cama y productos de higiene del albergue.

Este servicio fue abierto por la Cruz Roja en la década de los 90 y estuvo operativo hasta 2002. Su cierre se produjo por la falta de personal para llevar el control del centro, ya que inicialmente estaba a cargo de objetores de conciencia. Esta figura desapareció cuando se eliminó el servicio militar.

Para la reapertura del albergue de transeúntes, la Cruz Roja contará con la ayuda económica del Concello de Vilagarcía de Arousa que aporta unos 84.000 euros.

Esta cantidad será destinada a los gastos del servicio como son la calefacción y el coste del personal necesario para el control y vigilancia del centro.

La Cruz Roja de Vilagarcía se encargará de la gestión del albergue, pero será una empresa de seguridad la que controle las entradas y salidas del mismo.

La concejala de Servicios Sociais, Ana Lorenzo, explicó que el objetivo de ambas entidades es que el albergue de transeúntes comience a funcionar en el mes de noviembre. Espera que para esta fecha estén acabadas las obras de adaptación del edificio y que se consigan los preceptivos permisos de la Xunta de Galicia para habilitar el servicio.

Ana Lorenzo considera que es importante la reapertura del albergue en noviembre, dado que es cuando comienza la época de frío y se puede dar acogida a personas en situación de emergencia social o indigentes que están en la calle.