Los vendedores ambulantes que están enfrentados al Concello de Cambados por el pago de un recibo de la recogida de basura, que asciende a 23 euros, no pudieron finalmente montar ayer sus puestos de venta, al impedírselo la Policía Local, que actuó por orden del Concello.

Los vendedores afectados, que son unos cinco, llegaron al mercadillo de Cambados sobre las nueve de la mañana, pero en ese momento se acercó a ellos el cobrador de mercados y una pareja de la Policía Local -uno de ellos era el jefe del cuerpo- quienes indicaron a los ambulantes que o pagaban el recibo pendiente -correspondiente a un trimestre- o no podrían montar su puesto.

Los comerciantes no accedieron a la petición del cobrador y exigieron a la Policía que les diese por escrito la orden de que no podían montar. Al no acceder el jefe del cuerpo a esta petición, los comerciantes llamaron a una patrulla de la Guardia Civil, que se personó en el lugar en unos pocos minutos.

Éstos indicaron a los vendedores que en ese momento el jefe de la Policía Local era la persona responsable de la seguridad en el mercado, y que su orden verbal era suficiente, tal y como ya había dicho éste antes. Finalmente, los cinco vendedores no pudieron desplegar sus puestos, y llamaron a un notario para que levantase acta de lo sucedido. Posteriormente, acudieron al cuartel de la Guardia Civil, donde presentaron una denuncia contra los policías, contra el cobrador municipal -al que acusan de recaudar incluso de vendedores de artículos piratas, y contra el primer teniente de alcalde de Cambados, Luis Aragunde.

Después acudieron al ayuntamiento y solicitaron unos recibos en el servicio de Tesorería, que les fueron entregados. También pagaron los 23 euros pendientes del recibo de la basura, por lo que es previsible que el sábado podrán establecerse con normalidad en el mercadillo. “Pagamos porque aunque no estamos de acuerdo, lo que queremos nosotros es trabajar”, manifiesta uno de los afectados, Marcos Reboredo, que pertenece a la Asociación de Comerciantes Ambulantes y de Plazas de Abastos de Galicia (Acapag).

Luis Aragunde dijo de ellos que se trataba de apenas cino personas sin representatividad en el sector, aunque Reboredo manifestó ayer que “después de lo de ayer ya hay 30 ó 40 vendedores que dijeron que están en desacuerdo con lo de basura”.

La polémica se ha originado porque estos vendedores querían que se les hiciesen unas facturas oficiales por el pago de la tasa de basuras. El ayuntamiento accedió, pero les cobra por todos los miércoles y sábados no festivos del trimestre, mientras que los que no reclaman la factura abonan sólo 95 céntimos de euro si van al mercado. Estos vendedores se consideran perjudicados, pero el Concello les contesta que si hubiese que realizar una factura por cada mercadillo, el servicio municipal de Tesorería estaría pronto colapsado. Luis Aragunde, por su parte, remató diciendo que “nosotros no queremos más polémica y la polémica de anteayer para mí fue una cosa aislada”.