El conductor de una hormigonera que no respetó la señal de gálibo causó un importante caos al quedar encajonado su camión en un puente sobre el que discurre la línea de ferrocarril entre A Coruña y Vigo a su paso por la parroquia pontevedresa de Alba. El accidente provocó daños en la estructura del viaducto y obligó a cortar el tráfico ferroviario entre Pontevedra y Vilagarcía entre las 8.39 y las 12.30 horas, según confirmaron fuentes de Renfe. Afectó a nueve trenes.

Asimismo, el siniestro forzó el cierre al tráfico rodado de la PO-225 para que poder realizar los trabajos de reparación del viaducto. Según informaron fuentes de la Guardia Civil de Tráfico, estaba previsto que la carretera provincial permaneciese cortada al tráfico en su totalidad durante toda esta pasada madrugada, al menos hasta las 6.00 horas, aunque el cierre se podría prolongar todavía más si es necesario para finalizar los trabajos.

Desde Tráfico explicaron que sobre las 8.15 horas de ayer se recibió el aviso de que un camión hormigonera había quedado encajonado en este puente sobre el que discurre la línea férrea. No es la primera vez que el conductor de un camión no respeta la señal de gálibo de este puente y queda atrapado en esta carretera, la cual cuenta con una alta densidad de tráfico ya que une la Nacional 550, entre Santiago y Pontevedra, y la PO-531, entre la capital de la provincia y Vilagarcía. No obstante, esta vez los daños causados fueron más importantes que en anteriores ocasiones.

Según explicaban diversos técnicos que trabajaban en el lugar de los hechos, el conductor habría intentado dar marcha atrás al quedar atrapado bajo el puente y al hacerlo desplazó dos de las vigas de hormigón que lo sustentan.

Deshinchar las ruedas

Era imposible retirar el camión y fue necesario realizar maniobras como desinflarle las ruedas y levantar con unos gruesos tacos de neopreno el puente para que al final pudiera ser liberado.

En el momento de conocerse la incidencia se trasladó hasta el lugar de los hechos un equipo de Mantenimiento de la Infraestructura de Adif que hizo una valoración de los daños y realizó las comprobaciones pertinentes que permitieron, unas cuatro horas más tarde, restablecer el tráfico ferroviario en la zona. Entre estas medidas estuvo la realización de una prueba de carga con un tren que circulaba vacío. Tras comprobar que el puente resistía, el segundo convoy que atravesó el viaducto no fue de pasajeros, sino un mercancías, que atravesó la infraestructura dañada sin complicaciones. Posteriormente, varios operarios apuntalaron el puente para garantizar completamente la seguridad del mismo. Los trenes de pasajeros volvieron a circular por este punto pasadas las 12,30 horas, aunque lo tienen que hacer a una velocidad limitada de unos 30 kilómetros por hora hasta que el viaducto esté completamente reparado.

Retenciones

Mientras que el tráfico ferroviaria volvía a la normalidad, la carretera se mantuvo cortada a la espera que durante la noche se llevaran a cabo las labores de reparación de la estructura. Tráfico ya advierte que la PO-225 se mantendrá en estado amarillo -paso alternativo- para vehículos a motor durante los próximos días. Desde el momento en el que se produjo el accidente, la Guardia Civil y los equipos de mantenimiento de carreteras de la Xunta desplegaron un importante operativo en los dos accesos a la PO-225, tanto en la rotonda de San Caetano -en la carretera de Vilagarcía- como en el cruce con la N-550 hacia Caldas. Agentes de Tráfico cortaron las entradas al vial y desviaron el tráfico de esta carretera hacia Pontevedra, o bien hacia Lérez, por Médico Ballina, o por Campañó, hacia A Barca y el nudo de Bomberos. Al tener que asumir este enlace todo el tráfico de acceso a Pontevedra procedente de Vilagarcía se produjeron algunas retenciones a primera hora de la mañana en Domingo Fontán y Juan Manuel Pintos.

Fuentes de la Guardia Civil de Tráfico confirmaron que se abrirá un expediente administrativo, que probablemente incluirá una sanción económica, contra el conductor de la hormigonera por una supuesta “conducción negligente al no respetar la señalización existente en la carretera con riesgo de accidente”. Es habitual que en este puente se encajonen camiones que no respetan la señal de gálibo, por lo que se encuentra debidamente señalizada y se prohibe el paso de los vehículos que excedan de una altura de 3,40 metros. Desde la Guardia Civil explicaban que para que un camión quede encajonado debe superar con creces esta medida ya que la altura real del viaducto es de 3,80 metros.

Unos portavoces de la empresa para la que trabaja el conductor de la hormigonera explicaron se trata de una persona que no conoce mucho esta zona ya que no suele trabajar por aquí.

Por otra parte, el accidente afectó al tráfico ferroviario que circula por eje atlántico entre Vigo y A Coruña. En concreto, un total de 9 trenes regionales no pudieron realizar el trayecto entre Pontevedra y Vilagarcía y viceversa. Renfe respondió a la contingencia fletando once autobuses y un taxi que transportaron a un total de 450 pasajeros entre las estaciones de estas dos ciudades. Allí volvían a subirse a un tren para continuar el trayecto hacia sus respectivos destinos.

Además de las dos vigas que resultaron dañadas en la estructura del puente, la vía se cerró ante el peligro que entrañaba la posible caída de cascotes sobre los vehículos al paso de los convoyes ferroviarios.