La reunión entre un grupo de vendedores ambulantes y el Concello de Cambados terminó ayer en una fuerte gresca, en la hubo palabras subidas de tono y no faltó mucho para que incluso se produjese alguna agresión. Los vendedores habían solicitado una reunión con el alcalde, José Manuel Cores Tourís, y ésta se fijó para ayer a las 20 horas.

Pero cuando los vendedores llegaron al ayuntamiento se encontraron con que les iba a recibir el primer teniente de alcalde, Luis Aragunde, y montaron en cólera. Uno de los vendedores que acudieron a la reunión, Marcos Reboredo, señala que “no se celebró la reunión porque el alcalde no nos quiso atender y con Aragunde ya hablamos en más ocasiones de nuestros problemas y nunca hizo nada por resolverlos”.

Los vendedores añaden que les dijeron que el alcalde no estaba en el consistorio “cuando tenía el coche aparcado fuera”, y que volverán a solicitar una reunión con Tourís. Pero la versión del ayuntamiento es totalmente diferente. El primer teniente de alcalde, Luis Aragunde, manifiesta que “el alcalde tenía una reunión ineludible y delegó en quien consideraba más oportuno”. Aragunde indica que los vendedores pidieron la reunión el lunes “y dijeron que la querían antes del miércoles y por la tarde. Al final fue ayer a las ocho de la tarde. Creo que se les han dado todas las facilidades”, añade el primer teniente de alcalde.

Aragunde plantea que la agenda del alcalde sólo la puede confeccionar éste, sin presiones de nadie, y opina que los vendedores “vinieron con poca predisposición a arreglar nada, porque enseguida empezaron a insultarnos”. Aragunde considera que los ambulantes “no quisieron exponer su problema”, que “tuvieron muy poca educación, insultando a personas que no estaban presentes” y aseguró que “de este modo no van a solucionar nada”. Es más, el primer teniente de alcalde de Cambados anuncia que si esta mañana los vendedores no pagan el recibo que le adeudan al ayuntamiento la Policía Local les obligará a desmontar sus puestos de venta en el mercadillo. Además, opina que “no representan a nadie, porque 197 de los 200 vendedores que hay en Cambados pagan y no protestan por nada”. Los comerciantes, por su parte, tildaron a Luis Aragunde de “persona prepotente que no acepta ninguna condición” y anunciaron su intención de denunciar al Concello en los juzgados.

Esta polémica se ha generado debido a unos recibos que el Concello cobra a los vendedores por la recogida de la basura que se genera tras los mercadillos de los miércoles y los sábados. Los vendedores dicen que sólo les cobran ese impuesto en Cambados -95 céntimos de euro por cada día- y reclaman que se suprima.

Pero además dicen que como les cobraban los recibos sin una factura oficial, no podían desgravar ese gasto. Así las cosas, pidieron al ayuntamiento que les hiciese una factura trimestral oficial; el ayuntamiento accedió, pero a cambio le cobra unos 23 euros, como si asistiesen a todos los mercados del trimestre. Los vendedores no están de acuerdo con esta medida, pues a los que no reclaman la factura sólo se les cobra por cada día que asisten al mercado.

Aragunde dijo el sábado que estos vendedores debían al Concello 150 euros por la reserva de ocupación. Éstos demostraron ayer tener estos recibos al día y el concejal reconoce su error, alegando que cuando hizo esa afirmación pensó que los vendedores críticos eran otros.