Lo que las rías gallegas ganan por un lado lo pierden por otro. La marea roja permanece estable, con el 50% de los polígonos bateeiros cerrados. Los resultados obtenidos tras los bioensayos realizados ayer en el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar) permiten observar un descenso de la toxina diarreica (DSP), pero casi tan leve como el aumento experimentado en la toxina amnésica (ASP).

Por un lado la ASP obliga a prohibir la extracción de mejillón en los polígonos Cangas D y Redondela A, que ya estaban cerrados por DSP, pero sin embargo se autoriza la extracción de ostra en el propio Redondela A.

Por otra parte, aunque se mantiene el cierre, ayer se obtuvieron los primeros negativos por lipofílicas -las toxinas diarreicas- en los dos polígonos de la ría Ares-Betanzos, el Sada A y el Sada B. Son necesarios dos negativos antes de autorizar la apertura.

Fruto de esta estabilidad, y sobre todo ante el cambio meteorológico que se avecina, la evolución de la marea roja a lo largo de la semana puede ser vital de cara a determinar cuál será a medio plazo su nivel de afección en la producción.

De ahí la importancia de los muestreos que Intecmar realizará mañana, que en Arousa se centrarán en los polígonos Ribeira B y C, Pobra H, B, C, D y E, Vilagarcía A, Cambados A2, A1 y B y en la zona más expuesta a la acción de la toxina, como es la de Meloxo, con los polígonos mejilloneros Grove C1, C2, C3 y C4.

En la ría de Vigo los muestreos de mañana se centrarán en las bateas de los Cangas C, D y E, en los Redondela A, B, C, D y E y en el polígono Vigo A.

Con esos muestreos se realizan los bioensayos en los laboratorios que Intecmar tiene en Vilaxoán (Vilagarcía), y en función del resultado se determina si una batea puede estar abierta o si es preciso cerrarla, lo cual depende del efecto que causen las biotoxinas en los ratones de ensayo.