El cuatripartito de O Grove sigue adelante. Concejales y dirigentes locales del PSOE, BNG, Partido Galeguista (PG) y EU-IU acordaron cerrar filas, tal y como se esperaba. Superan una nueva crisis y se conjuran para agotar el mandato.

Es así después de que en la reunión mantenida ayer se escucharan menos reproches de los previstos inicialmente, pero sobre todo después de que se asumieran los errores cometidos en lo que va de mandato.

De lo que se trata ahora es de evitar nuevos enfrentamientos -al menos públicamente- para intentar cumplir las condiciones del pacto de gobierno.

Una forma de lograrlo, tal y como se planteó en la reunión, es buscar la complicidad de la oposición, y especialmente la del PP, que tiene 7 concejales. De lo que se trata es de que el gobierno local se dedique a gobernar en lugar de intentar ser oposición de la oposición. Por eso desde el ejecutivo van a intentar ser menos agresivos con el grupo mayoritario de la oposición, e incluso plantean tenderle una mano para poder negociar determinadas acciones ante los gobiernos conservadores de la Diputación y la Xunta.

De lo ocurrido ayer se desprende también que esta crisis, a diferencia de las anteriores, sirvió al menos para que algunos “vieran las orejas al lobo”. Tras el cambio en la Xunta PSOE y BNG ya no tienen un pacto al que ceñirse, por eso el enfado mostrado por EU-IU puso firme a más de uno. Hasta el último momento los esquerdistas dejaron abierta la posibilidad de salir del gobierno y mandar al cuatripartito al traste, de ahí que esta vez su advertencia surtiera más efecto que nunca.

La reunión, por tanto, puede considerarse positiva para el futuro del ejecutivo local, aunque como en este equipo reconocen, “el día a día es el que dirá a partir de ahora si este nuevo compromiso de seguir adelante sirve de algo o no”.

Otra de las lecturas extraídas ayer es que en los propios partidos que sostienen al cuatripartito hay sensación de desgobierno, “y si esto ocurre en nuestra casa, es lógico que los vecinos tampoco estén satisfechos”, reconoce el ejecutivo. De ahí que acordaran fomentar el diálogo con los ciudadanos y, sobre todo, informarlos de cada proyecto importante a ejecutar.

A modo de ejemplo se puso sobre la mesa lo ocurrido con la antena wifi de Porto Meloxo, ya que “las cosas se hicieron tan mal que lo que fue un gran avance para los vecinos se convirtió prácticamente en una disculpa para que nos echaran a gorrazos”, asumen los representantes municipales, que coinciden al señalar que tampoco en Virxe das Mareas se actuó correctamente.

El mensaje, por tanto, es contundente: “Hay que rectificar, cambiar de actitud y ponerse las pilas, dejarse de peleas y trabajar para cumplir el programa del cuatripartito”. Y esto pasa, insisten en el gobierno, por “intentar implicar al PP y, por ejemplo, aprovechar su ofrecimiento a aprobar el PXOM”.

Lo relatado hasta aquí es una parte de lo tratado en la reunión de ayer, de casi tres horas. La versión oficial, y así la resume José Cacabelos, alcalde y secretario general del PSOE, dice que el encuentro resultó “altamente positivo”, hasta tal punto que el cuatripartito “sale reforzado y mantiene para los dos años que restan los objetivos del pacto marcados en 2007, pues son válidos, realistas y alcanzables”.

Se trata de “saldar el déficit histórico que padece O Grove”, para lo cual “debemos ser más transparentes y dialogantes, pues aunque hemos trabajado muy duro todo lo que hicimos parece quedarse entre las paredes del consistorio, y lo que debemos hacer es acabar con nuestros problemas de comunicación y transmitir mejor nuestra labor”, indica Cacabelos, que además asume que su equipo “necesita más coordinación”.

El regidor confirma igualmente que no hay cambios organizativos -cada edil sigue con sus competencias- y asegura que en la reunión “se habló con claridad y responsabilidad”.