La lanzadera que el miércoles por la mañana ardió en la playa de Raeiros, en el Concello de O Grove, fue abandonada por sus tripulantes, cuando se disponían a participar en una operación de descarga de drogas tras comprobar que la nave sufría un fallo mecánico en su sistema de propulsión.

Esa es, al menos, la hipótesis que manejan las fuentes de la investigación, la cual sigue abierta a la espera de poder identificar a los propietarios o responsables de esta embarcación.

Descarga abortada

Ni que decir tiene que dicha avería en los motores de la planeadora abortaba la participación de la nave en la operación de descarga y distribución de hachís que estaba previsto llevar a cabo, posiblemente en la Costa da Morte.

El fallo mecánico obligó a sus ocupantes a reaccionar con rapidez para no ser descubiertos de ahí que la nave fuera intencionadamente varada sobre la arena de Raeiros, antes de que sus tripulantes la abandonaran y le prendieran fuego para borrar cualquier posible huella y facilitar su huida por tierra.

5.000 litros

Dotada de cuatro motores fueraborda de 250 caballos de potencia cada uno, esta embarcación estaba provista de 4.000 litros de gasolina en su depósito y transportaba decenas de garrafas de plástico en cubierta que podían contener aproximadamente mil litros más de combustible.

Esto significa, como se sospechó desde un primer momento, que iba a desplazarse a mar abierto para, una vez allí, aportar combustible a las demás embarcaciones encargadas de alijar la droga y trasladarla a tierra.

Pero esa labor de “avituallamiento”, como queda dicho, se suspendió en el último momento a causa de la avería en los motores.