Cambados celebró ayer por la tarde la festividad de San Benito de Palermo, llamado popularmente “el santo negro”. Fueron unos actos sencillos que comenzaron con una misa en la iglesia parroquial de Santa Mariña Dozo, a las 19 horas, y que continuaron con una procesión por el entorno del barrio de San Francisco.

Posteriormente, se llevó a cabo la quema de las “madamas” y el reparto de caramelos entre los niños, que son las dos notas más singulares de esta fiesta. Las “madamas” son unas figuras elaboradas con pólvora que se clavan encima de unos palos y que se queman tras la procesión religiosa en el mismo atrio de la iglesia parroquial.

Esta fiesta está organizada por un grupo de vecinos del barrio de San Francisco, y se corresponde por una devoción hacia San Benito de Palermo que hay en otras parroquias de O Salnés, como la de Covas, en el ayuntamiento de Meaño.

En esta iglesia se celebraron varias misas, siendo las principales la de las 13 y las 19 horas de la tarde. Por la mañana también estaba previsto que saliese la procesión. Esta es la única festividad que se le dedica en O Salnés a un santo de piel negra, y cuenta con una larga tradición, si bien no atrae a tanta gente como las romerías del San Benito Abad.

El llamado “San Benito Negro” nació en 1526 en la isla italiana de Sicilia. Sus padres eran descendientes de unos esclavos negros, y cuando su hijo tenía 16 años le dieron unas tierras y unos bueyes para que se ganase la vida. Pero a los 31 años recibió la visita de un ermitaño, y Benito lo dejó todo para dedicarse a la vida religiosa.

Posteriormente se integró en una comunidad franciscana, donde hizo de cocinero y de guardián. También era conocido por sus curaciones y por las diestras interpretaciones teológicas que realizó de las escrituras bíblicas, pese a que apenas sabía leer. Falleció en 1.589 en Palermo (Italia), se dice que el día y a la hora que él mismo predijo un año antes.