Unas 200 personas acompañaron ayer por la tarde a la familia de Manuel Carballo Jueguen, el histórico contrabandista y narcotraficante que falleció el jueves a los 74 años de edad en el transcurso de una operación de corazón en el Complejo Hospitalario de A Coruña.

El cuerpo del arousano fue velado por amigos y familiares en el tanatorio de Cambados, y la misa funeral se ofició en la iglesia parroquial de Santa Mariña. Unas 150 personas llenaron el templo, quedándose fuera otro medio centenar de allegados. Manuel Carballo Jueguen estaba cumpliendo una condena por narcotráfico en la prisión coruñesa de Teixeiro y esta semana fue trasladado al hospital para someterse a una operación de corazón programada, pero que no pudo superar.

Una vida azarosa

Carballo se inició en el mundo del contrabando de tabaco y se le considera uno de los empresarios arousanos que controlaba la Cámara de Comercio de Vilagarcía en la época del abogado Pablo Vioque, que tiempo después sería condenado por narcotráfico y que también ha fallecido.

Manuel Carballo tuvo una vida azarosa y sufrió duros trances. Así, en 1992 tuvo que superar la muerte de uno de sus allegados, el también empresario vinculado a la Cámara José Manuel Vilas Martínez, asesinado a tiros en Benavente (Zamora) por unos sicarios colombianos. Fue uno de los primeros ajustes de cuentas por narcotráfico.

Unos pocos meses después, en enero de 2003, Manuel Carballo despedía a su propio hijo, Daniel, que fue asesinado -fue otro presunto ajuste de cuentas por deudas- en el pub Museo de Vilagarcía.

Pero la vida aún le deparaba una nueva sorpresa negativa a Carballo, pues en diciembre de 1994, otro ajuste de cuentas le costó la vida a su cuñado y dejó postrada en una silla de ruedas a su hermana Carmen, que ayer no estuvo presente en el funeral.

Carballo Jueguen huyó de la justicia en 2003, cuando le condenaron a 17 años de cárcel por el alijo de cocaína del Dobell, pero en 2006 se entregó en la prisión de A Lama. Desde entonces permanecía en prisión.

Las honras fúnebres de ayer tuvieron un carácter básicamente íntimo y familiar. El funeral fue en Cambados -presidido por el sacerdote José Aldao-, mientras que el entierro posterior fue en el cementerio parroquial de Santa María de Caleiro.

Manuel Carballo Jueguen nació en Vilaxoán. Al casarse con su primera mujer se mudó a Corón (Vilanova) y últimamente residía en Castrelo (Cambados), desde donde la familia gestionaba algunas sociedades. Deja viuda, dos hermanas y dos hijas.