J. F.  O Grove

Entre los excesos de las dos noches del año que se escriben con mayúsculas (la buena y la vieja) hay espacio para el descanso y el deporte. Y qué mejor opción para ocupar la mañana de un domingo que amaneció soleado mientras el resto del país se hundía en la nieve hasta las rodillas, que ponerse las zapatillas deportivas, colocarse la cinta en la cabeza y salir a correr por una causa solidaria.

La carreras de San Silvestre se repiten en estas fechas por multitud de localidades. Al paraguas de algunas pruebas de incontables ediciones como la madrileña o la segoviana, en los últimos años han aparecido iniciativas similares para celebrar la Navidad desde el deporte. Es el caso de O Grove, o más concretamente de la isla de A Toxa, que ayer celebró la segunda carrera de su San Silvestre.

Temprano, un poco antes de las 10,30, había que estar en la explanada situada justo enfrente del Casino grovense. Ni siquiera a los más pequeños se le pegaron las sábanas y todos estaban como clavos esperando a tomar la salida. Un poco más tarde, a las 11,30, tocó el turno a los padres, aficionados y deportistas profesionales, tanto del mundo del atletismo como de otras disciplinas.

En total, cerca de 100 personas se reunieron para completar las dos vueltas al circuito alrededor de la isla meca, desgastando las zapatillas a lo largo de algo más de 5 kilómetros de pista. Un esfuerzo solidario con un suculento premio ofrecido por la organización. Los ganadores se llevaron dos noches en régimen de alojamiento y desayuno en el hotel Hesperia de la isla o en el Louxo, con acceso al club termal, para un más que merecido reposo.

Aparte del beneficio individual y del aliciente del "trofeo", la carrera tenía un fin de fondo más importante: recaudar dinero para la asociación Érguete, que con posterioridad los destinará a ayudar a toxicómanos y a sus familias. Y es que esta_San Silvestre nació, desde el inicio, con vocación solidaria. Los fondos se recaudaron a través de las inscripciones de los adultos -pagaban 5 euros- y, poco a poco, se reunieron un total de 290 euros que serán muy bien recibidos por la asociación de O Grove.

El ganador de la prueba absoluta (para mayores de 16 años) fue Víctor Riobó, del club Playas de Jandia, seguido de José Antonio Ramallo, del Sociedad Gimnástica, y Rafael Fuentes, del Universidad de Oviedo.

Tras la carrera los asistentes disfrutaron de una mejillonada para recuperar fuerzas, procediéndose antes a la entrega de premios. Las medallas a los ganadores fueron impuestas por los políticos locales, además de personajes del deporte, como la piragüista Teresa Portela, la palista de la selección española con más títulos (bicampeona mundial y tricampeona europea con su kayak individual) y el director general del Celta de Vigo, Antonio Chaves, natural de O Grove.