Por segundo año consecutivo Vilaxoán y Carril se visten de largo por Navidad. Fieles a la tradición marinera que los empapa de pies a cabeza, sus árboles no lucen guirnaldas ni bolas de colores, sino figuras talladas por la mano del arte y vinculadas directamente al mundo del mar de Arousa.

Ayer mismo la concejala de Parques e Xardíns, Dolores Couso, y el artista local Manuel Chazo, se afanaban con dedicación a colocar las 23 figuras de acero inoxidable en el abeto que el Concello decora en las inmediaciones de la plaza de Rafael Pazos. Este año, estos novedosos elementos decorativos llegan con sorpresa dado que no están confeccionados con la madera utilizada por Chazo para darles vida por vez primera.

Continuidad

Los elementos decorativos colocados ayer permanecerán día y noche en el abeto hasta que finalicen las fiestas. Manuel Chazo explicaba ayer que los adornos son todos representaciones figurativas del mundo del mar y que las 23 escenifican peces fantasiosos que no existen más que en la cabeza de su autor. Así pues, aparte de sollas y sardinas, en el árbol de Vilaxoán nadan otros como el pez sierra que en la primera edición fue una de las figuras más aplaudidas.

Vilaxoán no será el único enclave vilagarciano que apuesta por este tipo de decoración. Del mismo modo, la Praza da Liberdade de Carril lucirá en la rama de su árbol central las figuras confeccionadas y pintadas por Nacho Salorio que también colaboró con su genio en la edición decorativa y festiva del pasado año por estas fechas tan señaladas.

La idea de dar un toque marinero a la Navidad de los vilaxoaneses y carrilexos surgió de una conversación distendida entre amigos y se materializó el pasado año en una propuesta concreta que los dos artistas presentaron ante la concejalía de Innovación y Promoción Económica de Rosa Abuín. Fue esta, arropada por Dolores Couso, la que inició las gestiones para que el novedoso proyecto pudiese llevarse a cabo.

En la pasada edición, la intención del Concello de Vilagarcía era la de ampliar esta iniciativa a otros puntos del municipio pero al final este año repite en las mismas ubicaciones. De este modo, los árboles de las dos plazas señaladas lucen, además del tradicional vestido de luces multicolores, estos elementos innovadores que pretenden dar un toque diferenciado en el alumbrado común que luce la capital arousana este año. Un toque clásico y a la vez transgresor que avala la característica más marítima de sus gentes.