La escritura funciona como terapia. Y eso lo dicen muchos que viven de la novela e incluso algunos aficionados a las letras. Reyes Iglesias lo ha probado consigo misma y el fruto es, nueve meses después, el parto de su primera novela "Botas de agua para un día de julio". Esta creación de origen vilagarciana será presentada mañana, a partir de las ocho de la tarde, en el Liceo Casino.

-¿Qué le diría a la gente para convencerla de que comprasen su libro?

-Que este es, o lo intenta, ser un libro para la esperanza. Para mí fue una ayuda escribirlo, estaba en un mal momento, y me vino bien. Con él quiero desdramatizar el tema de la muerte, porque al final no es más que algo unido a la vida.

-¿Cuál es el argumento de la novela?

-Es una novela de carácter intimista. Una historia de amor pero a la vez mucho más que todo eso. Un libro también de amistad y de lealtad. La protagonista es una chica que tiene cáncer y que escribe en un blog continuamente desde su cama porque no puede moverse. Es además un tema de mucha actualidad.

-¿Han preparado una buena promoción?

-De momento se presenta en Vilagarcía y haré alguna firma de libros en los centros de El Corte Inglés en Madrid. También se distribuirá en las librerías Nobel y en la casa del libro. Además tengo contactos en prensa que me pueden ayudar.

-¿Cuánto tiempo le llevó elaborar el libro?

-Pues nueve meses, más o menos como un embarazo. Me emocionó tanto hacerlo que incluso lloré en algún momento.

-¿Y después de acabado hasta que llega a verlo publicado?

-El camino a la publicación es lo más duro de sacar una novela, hay muchas cosas que aprender y que no sabes cuando acabas el libro. Son alrededor de 5 meses más.

-¿Es difícil conseguir una editorial?

-Las grandes casas ni leen el manuscrito que les envías, es perder el tiempo. Pero siempre hay editoriales medianas con mucha experiencia que apuestan por novelas como esta.

-Usted tiene una hija, de 7 años. ¿Qué piensa de todo esto?

-Mi hija está muy orgullosa. Está encantada con que su mamá sea escritora, y se lo dice a todo el mundo.

-Si esta experiencia sale bien, ¿a dónde aspira llegar como novelista?

-No me considero una persona con grandes ambiciones, pero me gustaría poder llegar a vivir de lo que escriba, algo que, hoy por hoy, parece que está más que complicado.