M. G.  Vilagarcía

La asamblea de la Comunidad de Montes de Trabanca Sardiñeira con el objetivo de aprobar los nuevos estatutos tuvo que suspenderse, por segunda vez consecutiva, como consecuencia de los disturbios provocados por un grupo de vecinos asistentes a la misma. En esta ocasión no llegaron a producirse agresiones debido a que estaba presente en el salón de actos una pareja de la Policía Nacional de Vilagarcía, pero las consignas que vociferaban varios asistentes impidieron a los directivos de la comunidad desarrollar con normalidad los asuntos de la sesión.

Hubo varios intentos de reconducir la situación, pero media hora después del inicio de la asamblea, y ante la imposibilidad de proceder a la lectura de las actas de la sesión anterior, el presidente de los comuneros José Juan Cubreiro, tras consultar la decisión con la abogada de la comunidad y con los agentes policiales que estaban siguiendo el acto, optó por suspender la asamblea. Cabe destacar que el encuentro estuvo precedido de denuncias cruzadas. Mientras la directiva ponía en conocimiento de la Policía las amenazas que sufrieron sus miembros y un escrito anónimo que apareció en el barrio, los críticos acudieron al Juzgado para pedir documentación de la comunidad.

Desde el inicio de la reunión, que en segunda convocatoria fue fijada para las once de la mañana, la polémica presidió el acto. Primero fue porque los miembros de la directiva indicaron a los asistentes que la reunión sólo estaba abierta para las personas que figuraban dadas de alta en el censo de la Comunidad de Montes, que estaba a disposición de los interesados en la entrada del local.

En ese listado no aparecían personas que habían cubierto hace un tiempo la solicitud para estar dadas de alta. Se da la circunstancia de que la nueva legislación a la que deben acogerse las comunidades de montes establecen que los vecinos con derecho a participar en la comunidad de montes deben solicitar su incorporación y que la misma sólo se hará efectiva cuando la asamblea lo apruebe.

En la orden del día de la reunión de ayer no figuraba este punto porque se limitaba a la aprobación de los estatutos.

Quienes no figuraban en la lista comenzaron a exponer sus protestas airadas porque además eran invitados a salir de la reunión. A pesar de este primer conflicto, la directiva de los comuneros pudo leer el censo para posteriormente invitar al resto de los que no habían sido nombrados a retirarse del salón. Fue lo único que pudo hacer porque, al querer pasar al asunto de aprobación de las actas anteriores, un grupo de personas procedió a gritar consignas y hacer ruido, imposibilitando el desarrollo normal de la asamblea.

El malestar, según explicaron los opositores que "reventaron" la reunión, se debe a que varios no habían tenido acceso al borrador de los estatutos de la comunidad que se sometían aprobación. También exigieron por escrito copias de las actas anteriores, tanto de la actual directiva como de la anterior comunidad de montes.

Denuncia en Comisaría

La directiva, tras consultar la situación con la abogada de la asociación, decidió dar por finalizado el encuentro y denunciar en Comisaría a las personas que impidieron el desarrollo de la asamblea.

La alternativa que queda para llevar a cabo la reunión de los comuneros, que ya fue suspendida dos veces, según expresó el presidente, es solicitar al Concello de Vilagarcía la disponibilidad de un local en el Auditorio Municipal, donde existe megafonía, para celebrar la asamblea, con la presencia de la Policía Nacional y el acceso restringido sólo a los comuneros dados de alta en el censo.