La introducción de aproximadamente 60.000 ejemplares juveniles de salmón en una jaula experimental de cultivo situada en aguas de Ribeira sigue provocando reacciones. Los patrones mayores de las cofradías de pescadores insisten en denunciar los efectos nocivos que esta actividad puede entrañar, por lo que exigen la inmediata retirada de los salmónidos y amenazan con movilizarse, en caso de que la Consellería de Pesca no acceda.

En la Administración mantienen su postura, insistiendo en que no permitirán que se desarrolle el proyecto experimental de cultivo de salmones, pero tampoco explican cómo lo harán. Y_mientras tanto los individuos traídos expresamente desde Noruega ya están desde el lunes en la ría, de ahí que los sectores productivos de Arousa teman "que esta sea la puerta abierta a la entrada masiva de jaulas en el conjunto de las rías gallegas, con la consiguiente presión para los mariscadores y pescadores".

Rechazan estas jaulas porque entienden que "es un riesgo enorme explotarlas en la ría más productiva del mundo". Y tienen ese temor porque el cultivo de salmones en jaulas implica el uso de piensos especiales, antibióticos, vacunas y otros elementos artificiales "que pueden romper el equilibrio actual", es decir, que pueden "causar un daño irreversible en las especies autóctonas".

Cómo repercutirá en los peces y mariscos de la ría el uso de piensos y medicinas para el desarrollo de los salmones es una incógnita que hasta ahora nadie se atrevió a despejar; de ahí que las cofradías y algunos dirigentes mejilloneros muestren su preocupación por este proyecto experimental que inicialmente nació con una vigencia de dos años.

"Vamos a reunirnos con el director xeral para que nos dé explicaciones y nos diga por qué nos mintieron, ya que nos prometieron que los salmones no vendrían, pero ya están aquí", lamentó ayer Evangelina Lago, patrona mayor de la cofradía de Vilanova.

En ese y otros encuentros previstos, a desplegar entre hoy y mañana, "vamos a exigir que quiten los salmones inmediatamente y los devuelvan a Noruega o a dónde sea necesario, pero que los saquen de Arousa", añadió la patrona._En caso contrario "vamos a movilizarnos y a presionar dónde sea, pues no podemos consentir que nos tomen el pelo así".

Algo parecido opina Baltasar Rodríguez, patrón mayor de Rianxo, quien espera con ansiedad, y buenas dosis de ironía, la reunión con la consellería, "pues lo único que pueden contarnos ahora es un chiste".

Lo que quiere decir es que "Pesca nos prometió a las cofradías y a los mejilloneros que las jaulas de salmón no saldrían adelante, pero está claro que nos engañaron, pues los salmones ya están liberados dentro de la jaula".

El rianxeiro explica que "el presidente de la Federación_Gallega de Cofradías ya se está moviendo para exigir explicaciones y una rectificación real de la Consellería, pero lo primero es saber bajo qué autorización y con qué supervisión se dieron los permisos para depositar los salmones".

A mayores, algunos bateeiros que el lunes presenciaron la descarga o trasvase de los salmones -de unos 10 centímetros de tamaño- esgrimen que "los de Inspección Pesquera pidieron los papeles al barco que se ocupaba de la operación -que llegó a la ría tras cinco días de viaje desde Noruega- y después se marcharon, por lo que el vaciado de los peces se hizo sin ningún tipo de control".

Inspecciones

Un bateeiro de Boiro llegó a apuntar ayer: "Si quisieran podían haber tirado cualquier cosa dentro de la jaula, incluso bidones radioactivos, y nadie se hubiera dado cuenta, pues ni Gardacostas ni nadie de la Xunta supervisó el proceso de vaciado de los salmones".

Ayer volvieron a la zona en la que se encuentra la jaula de peces varias patrullas de los servicios de inspección de la Xunta. "Pero dieron un par de vueltas a la jaula y se marcharon", apostilló un pescador de centolla que ayer faenó en la zona.

Hay que apuntar que hay dos jaulas, aunque una de ellas sólo tiene el armazón metálico. Está así porque no necesita las redes por ahora, ya que sólo se usará cuando crezcan los salmones y sean reubicados para que tengan más espacio.

La única jaula utilizada actualmente es la que aparece cubierta de redes, para evitar que gaviotas, cormoranes y otros predadores puedan atacar a los peces liberados el lunes.

Ambas instalaciones están vigiladas las 24 horas del día por personal contratado al efecto, para evitar posibles sabotajes.

El espacio que ocupan las jaulas está rodeado de bateas de mejillón, situándose la más cercana a unos cuatrocientos metros.