El Concello de Vilagarcía acaba de sancionar, por segunda vez en tres meses, al propietario de un edificio de Carril que se encuentra en un avanzado estado de deterioro. La multa, de 600 euros, se suma así a otra anterior que no consiguió presionar suficientemente al propietario para remodelar la fachada de un inmueble que resulta peligroso por posibles desprendimientos. Este edificio alberga en su parte baja un restaurante por lo que el tránsito de peatones es muy fluido.

El anuncio de la primera sanción económica estuvo acompañado de un requerimiento en el que se exigía al dueño el inicio de los trámites administrativos pertinentes para corregir de inmediato las deficiencias detectadas. La carpintería de las ventanas y la galería corren riesgo de desprendimiento, al igual que la canalización del agua y varias partes del revestimiento de la fachada.

El propietario del inmueble dispone ahora de 20 días para solicitar la licencia de inicio de las obras. De no hacerlo, el gobierno local volverá a imponer una nueva multa con carácter coercitivo hasta que la actuación se haga efectiva. Los trabajos de rehabilitación podrán ser realizados por los operarios municipales pero, en todo caso, los gastos deberán ser abonados por el titular de la propiedad.

El edificio sancionado está incluido dentro del catálogo de inmuebles protegidos por lo que las obras deberán estar supeditadas en todo caso a un control directo por parte de Patrimonio.

Este inmueble carrilexo no es el único que, en los últimos meses, ha sido sancionado por el gobierno local a través de la concejalía de Xestión do Territorio.

El primero fue una vivienda abandonada ubicada en las inmediaciones de la plaza Doutor Carús (justo en la zona de O_Castro) que en agosto fue sancionada con 600 euros. En este caso la multa fue suficiente para que los propietarios reaccionasen y pidiesen en el ayuntamiento la licencia de obra para remodelar un edificio que también se incluye dentro del catálogo.

Ahora, y después de que varios operarios colocasen una barrera de hormigón de seguridad en torno al edificio, la Xunta de Goberno Local acaba de autorizar la demolición parcial del mismo una vez que se pudo comprobar "in situ" el elevado estado de abandono y ruina en el que se encuentra. De hecho ya se habían producido importantes desprendimientos en los viales aledaños por los que, habitualmente, existe un tránsito fluido de peatones.

La citada autorización por parte de Xestión do Territorio fue emitida después de realizar una consulta en el departamento de Patrimonio para garantizar que las obras de rehabilitación no van a atentar contra el hecho de que el edificio esté incluido dentro del catálogo.

Estas sanciones administrativas son la herramienta que está utilizando el gobierno local para "limpiar" la imagen del casco urbano vilagarciano. De hecho, a día de hoy son más de treinta los edificios que se encuentran en un avanzado estado de ruina justo en el centro. Algunos de ellos han solicitado ser incluidos dentro de las reformas de las conocidas como Áreas de Rehabilitación Integral (ARIs), aunque no todas.

Por este motivo, no se descarta que el gobierno local siga actuando contra los propietarios de estos edificios abandonados (algunos peligrosos) mediante multas para obligarlos así a que rehabiliten cuanto antes sus posesiones.