Los niños vilagarcianos tuvieron ayer la oportunidad de aprender, jugando, cada uno de los derechos de la Carta Internacional firmada para proteger a la infancia, que ya ha cumplido una veintena de años. Fueron varias las actividades que se programaron a beneficio de los más pequeños, pero la principal tuvo lugar por la tarde en el Auditorio Municipal con talleres lúdico-educativos en los que se trabajaban los derechos principales.

Desde primeras horas de la mañana se programaron actividades para los más pequeños, especialmente dedicadas a escolares. Fue el caso de las dos funciones del espectáculo titulado "Menú vexetal", especialmente dirigido a 800 niños del primer ciclo de Educación Primaria del municipio.

A través de este montaje de danza-teatro se motiva a los niños a una alimentación más saludable, incidiendo especialmente sobre alimentos de procedencia vegetal, que suelen ser escasos en la dieta de los más pequeños.

Mientras los alumnos del primer ciclo de Educación Primaria disfrutaban del espectáculo en el Auditorio, niños de cursos superiores de los colegios "A Escardia" de Vilagarcía, y de Vilariño, en Cambados, visitaban las instalaciones municipales vilagarcianas para ver la exposición de insignias y material deportivo del mundo de fútbol, que está ubicada en el salón de plenos del Concello. Los chavales fueron recompensados con una lata de refresco de la firma comercial que patrocina la muestra deportiva.

Por la tarde, en el Auditorio Municipal, la fiesta fue organizada por la Concejalía de Xuventude. Las actividades comenzaron a las cinco de la tarde con una docena de talleres rotativos en los que se trabajaban jugando otros tantos derechos del niño recogidos por la Convención Internacional.

Así, los pequeños aprendieron el derecho a la identidad, a un nombre y una nacionalidad, mediante la creación del DNI infantil; el derecho a la igualdad, mediante un Memory infantil gigante; los de crecer y desarrollarse, con el juego medidor infantil; el derecho a la sanidad a través del cual se prepararon brochetas de fruta; el derecho a la familia, mediante el juego de cartas de familia; los de la educación y el juego a través de diversas actividades lúdicas; el derecho a la protección contra los abusos, en el que confeccionaron amuletos quitapenas; y el de formarse en un mundo solidario, mediante cuentacuentos.

Todos los niños asistentes participaron en una votación en la que tenían que elegir el derecho que consideran sobre el que más debe trabajarse para mejorar.

Como regalo por su participación, los niños recibieron un juego de cartas de familia. Sus padres y educadores también participaron en un taller, en este caso para reforzar sus conocimientos de juego en familia.