Es, sin duda, la otra cara del centro urbano de Vilagarcía. Más de una treintena de edificios se encuentran actualmente en un avanzado estado de abandono en la conocida como octava ciudad de Galicia promoviendo, en muchos de los casos, situaciones de verdadero peligro para el tráfico rodado. Desde el gobierno municipal, a través de la concejalía de Xestión do Territorio, se prevé que la puesta en marcha de las conocidas como Áreas de Rehabilitación Integral (ARIs) renueven la imagen que la villa arousana da tanto a sus vecinos como a los visitantes procedentes de otros puntos de España.

Lo cierto es que no hay que ir muy lejos para encontrarse con edificaciones totalmente abandonadas que, de momento, están escapando a las sanciones administrativas que pueden imponerse por parte del Concello. De hecho, a día de hoy sólo una vivienda (en la zona de O Castro) ha sido sancionada con 600 euros, una cantidad que ha sido más que suficiente para que su dueño haya iniciado poco después la rehabilitación del inmueble. Pero es la única.

La zona de O_Castro es, sin duda, la más "dejada" de la mano de la rehabilitación. En este entorno, uno de los más antiguos de Vilagarcía, se encuentran hasta cinco viviendas en mal estado. Incluso en A Baldosa, zona turística por antonomasia, hay calles "dormidas" que contrastan directamente con el ajetreo de las populares terrazas. Lo mismo sucede en calles como Rey Daviña, Arzobispo Lago, Castelao e incluso la avenida Rosalía de Castro.

Ante la proliferación de estos edificios "de antaño" el Concello ha puesto en marcha hace unos meses una ordenanza municipal para regular estos inmuebles y también las famosas campañas de las Áreas de Rehabilitación Integral (ARIs) sobre todo en enclaves menos céntricos como son Carril y Vilaxoán. Con proyectos como el citado, numerosos propietarios particulares han solicitado la colaboración económica de la Xunta de Galicia (concretamente de la Consellería de Vivenda e Solo) para rehabilitar sus domicilios (en algunos casos de modo integral y en otros sólo en el interior). La pretensión del departamento de Xestión do Territorio presidido por Marcelino Abuín no es otra que la de conseguir que en 2010 estén terminadas estas áreas de rehabilitación a las que se les sumaría, también, la del propio casco urbano de Vilagarcía.

Todos estos proyectos están condicionados en el caso de los edificios catalogados que, para ser rehabilitados, necesitan del pertinente permiso de Patrimonio, unos trámites administrativos largos que podrían retrasar aún más la "limpieza de cara" de la octava ciudad de Galicia.

Medidas más sencillas

Pero lo cierto es que entre las opciones que tiene el Concello para presionar a los propietarios de los edificios ruinosos se encuentra la citada ordenanza. Esta obliga a los titulares de los inmuebles de los que "se desprenda algún elemento como cornisas, azulejos o salientes" a restaurar "de inmediato". De lo contrario, los propios dueños se verán atacados con sanciones administrativas contundentes que los obligarán a restaurar de inmediato su propiedad. Y_no es para menos.

Lo peor es que este estado de abandono no afecta sólo a los edificios más antiguos de Vilagarcía, sino también a algunos que no superan los 20 años. Son muchos los inmuebles que "pierden" los azulejos del exterior, que se caen a la calle con su consiguiente peligrosidad para los viandantes. Y_no sólo eso. A algunos, más antiguos, se les rompen los cristales con el sólo azote de un viento un poco más fuerte de lo habitual, como paso en Valentín Viqueira hace tan sólo unos días.

Desde el gobierno local confían en que las inversiones previstas para las ARIs de Carril y Vilaxoán, superior al millón de euros, y que seguramente estarán listas en 2010.