La calle Valle Inclán registró ayer el atropello número 35 en lo que va de año en el casco urbano de Vilagarcía. En este caso, la víctima es el responsable comarcal de la CIG, Xoán Xosé Bouzas "Tupi", que se disponía a cruzar el mal pintado paso de peatones que hay enfrente de Capitanía Marítima cuando fue arrollado por un turismo.

El impacto fue importante y el peatón se precipitó encima del capó del coche, un Opel Astra, de color granate oscuro con placas de matrícula M-2788-SX, rompiendo de un cabezazo el cristal delantero del parabrisas. De ahí se cayó al suelo donde, según testigos presenciales, recibió un nuevo impacto por parte del turismo.

El vilagarciano, de 46 años de edad, permaneció tendido en la calzada a la espera de que llegaran los servicios de emergencia que fueron alertados por un particular. Hasta el lugar se desplazó una patrulla de la Policía Local y una ambulancia que, en el primer momento, trasladó al herido hasta el Hospital Comarcal do Salnés donde fue atendido por el cuadro médico durante más de dos horas.

Los facultativos le diagnosticaron varias fracturas en las extremidades, así como una hemorragia intercraneal. Esta última afección convenció a los médicos para trasladar al paciente al Hospital de Montecelo a última hora de la tarde con la finalidad de que se le practicaran diversas pruebas en el departamento de neurocirugía.

Según amigos y familiares del atropellado, este en ningún momento perdió el conocimiento y aunque permaneció en observación durante toda la noche no se temía por su vida.

Por su parte, el conductor del vehículo causante del atropello fue trasladado por la Policía Local a sus oficinas donde prestó declaración dado que el vehículo con el que atropelló al sindicalista carecía de seguro obligatorio. Este fue retirado por la grúa municipal pocos minutos después del siniestro. Este nuevo atropello vuelve a hacer saltar las alarmas sobre lo que realmente está pasando con la seguridad vial en la capital arousana. En las últimas semanas los atropellos se han ido sumando y la mayoría de ellos en pasos de cebra aunque, en el caso del suceso de ayer, las pintadas se encuentran casi diluidas por el paso del tiempo.

Varios peatones testigos del siniestro señalaban que no podían entender cómo se había producido el choque teniendo en cuenta que la calle Valle Inclán, a la altura en la que se registró el atropello, está perfectamente despejada y con mucha visibilidad. Bien es cierto que esta calle, una de las principales salidas a la ciudad, es una de las más transitadas de Vilagarcía.

El atropello de ayer vuelve a evidenciar la necesidad urgente de colocar pasos elevados no sólo en la avenida de A Mariña y en el barrio de A_Laxe (donde ya están programados con una inversión aproximada de 70.000 euros) sino en otros entornos señalados también conflictivos. La otra opción sería la de estudiar la posibilidad de incrementar los pasos regulados por semáforos. A ver si eso funciona.

Crecen las faltas por exceso de velocidad

La Policía Local de Vilagarcía impuso 279 sanciones de tráfico por exceso de velocidad en lo que va de año, lo que supone un aumento del 35 por ciento sobre el mismo espacio de tiempo del año anterior, según ha explicado ayer la responsable de este Servicio, María del Carmen Roca.

El punto más conflictivo en este tipo de faltas es la avenida de Valentín Viqueira, al final de Rosalía de Castro, en la entrada de Carril, donde el radar de la Policía Municipal detectó 87 casos de coches que circulaban a velocidad superior a la autorizada.

También destacan por tráfico demasiado rápido la avenida de Vilanova, conocida como recta de Vilaxoán, donde fueron abiertos 41 expedientes, A Laxe con 34 y Agustín Romero, con 28.

La Dirección General de Tráfico ha cedido recientemente al cuerpo de la Policía Local un vehículo-radar que permite incrementar el control de las vías urbanas para evitar posibles accidentes que tengan como origen los excesos de velocidad. De hecho, ya se han puesto algunas sanciones a conductores que sobrepasaban los 50 kilómetros en límites de 30.

A finales de esta semana, la Policía Local recibirá otro dispositivo de estas características que permitirá realizar un control más riguroso en las calificadas como zonas "conflictivas" donde pisar el acelerador más de la cuenta está a la orden del día.