M. G.  Vilagarcía

Varios grupos de niños arousanos tomaron durante la mañana de ayer las calles de A Illa, pertrechados con mochilas y bolsos, para desempeñar su papel en la tradición de este municipio con motivo del Día de Difuntos.

Los pequeños van casa por casa ofreciendo sus plegarias, casi siempre un Padre Nuestro, por los fallecidos de la familia, a cambio de una limosna que, generalmente se corresponde con diversos tipos de golosinas, postres de la época y hasta las típicas calabazas.

La ilusión por llenar las mochilas con las dulces y otras golosas limosnas hizo que, a pesar de tratarse de un día festivo, los niños de A Illa de Arousa decidieran madrugar. Así iniciaron su peregrinación particular temprano y a las once de la mañana la mayoría de ellos ya volvían con un completo botín en sus mochilas.

Además de las casas particulares, entre los principales objetivos de los pequeños estaban los bares y cafeterías, donde sus trabajadores y clientes ya habían recopilado numerosas golosinas esperando la visita de los infantiles oradores de plegarias.

Las limosnas no son el único componente de la fiesta de noviembre., ya que también abundan para esta fecha las calabazas que adornan numerosas viviendas de los vecinos de A Illa de Arousa.