La todavía hipotética creación de un macrojuzgado específico sobre violencia de género en Pontevedra produciría un ligero alivio a la sobrecarga que hace diez días han denunciado las juntas de jueces de Cambados y Vilagarcía, especialmente en las dos oficinas que tienen atribuidas este tipo de causas.

Fuentes jurídicas estiman que estos juzgados a los que se han asignado los casos de violencia podrían reducir en un 15 por ciento su actividad, lo que redundaría en una cierta agilización de las demás causas procesales.

Aunque la sobrecarga en las jurisdicciones de O Salnés es relativa, si existe una cierta acumulación en los dos juzgados específicos, sobre todo el 3 de Cambados o en el partido de Vilagarcía, donde se planteó la necesidad de crear un cuarto juzgado para normalizar la situación.

Las posturas son absolutamente dispares como muestra el hecho de que el vocal del Consejo del Poder Judicial para Galicia y ex presidente de la Audiencia de Pontevedra,_Manuel Almenar Belenguer, si sea partidario de crear esta nueva sala, frente a la tesis del fiscal jefe provincial, Juan Carlos Aladro, que a título personal manifiesta como más conveniente la unificación de los siete juzgados de O Salnés, ya que a su juicio se ganaría en operatividad.

Los colectivos profesionales también consideran positiva la creación del macrojuzgado especializado en Pontevedra pues redundaría en una mayor diligencia respecto al resto de los asuntos, alguno de los cuales se tramitan con gran retraso.

De hecho, ni siquiera los procuradores, adscritos exclusivamente a sendos partidos judiciales, resultarían perjudicados pues todos estos casos suelen ser penales y son derivados de por sí a otras instancias judiciales, en la capital de provincia, donde no tienen atribuciones.

La propuesta de crear un juzgado de violencia en Pontevedra, para casi toda el área norte, pues absorbería los casos de la propia capital, Marín, Caldas, Cambados y Vilagarcía, partió del presidente del Tribunal de Xusticia de Galicia. Sin embargo, la iniciativa todavía está muy verde y podría tardar un mínimo de dos años en ser efectiva.

En el caso de que llegase a su creación, como se recomienda en estas instituciones, el nuevo Juzgado se encargaría de resolver sobre todos los asuntos en los que haya abierto un procedimiento del que derive responsabilidad criminal por existir indicios de violencia de género.

Esta oficina se encargaría, por tanto, de resolver cuantas cuestiones civiles o penales sean planteadas por matrimonios en los que exista o haya existido una orden de protección hacia la víctima u otro procedimiento similar abierto.

En la actualidad, los juzgados a los que se asignan los casos de violencia de género se ven en la necesidad de resolver todos estos procedimientos, además de aquellos de orden civil y penal que les correspondan por reparto.

Se estima que cada una de las oficinas judiciales de la comarca tramita unos 1.500 asuntos penales y civiles al año, si bien los que tienen competencia en violencia doméstica suelen tener un mayor atasco.

Así, al menos se puso de manifiesto en la junta de jueces de Cambados, donde se suscribió un informe en el que se planteó la cuestión y se reclamó mayor dotación de personal. Calculan que para la normalización de la actividad sería necesario reforzar el personal al menos con otros dos funcionarios.