El ministro de Sanidad, Bernat Soria, fue la cabeza representante del Estado ayer en Vilanova y, como tal, se encargó de desarrollar un discurso victorioso pero en el que evitó colgarse medalla alguna y se centró en destacar la labor de las asociaciones.

"Me acuerdo cuendo veía en la televisión esas imágenes de ustedes frente a la puerta del pazo, siempre me he sentido orgulloso de gente como ustedes". El ministro reconoció abiertamente que, a pesar de no haber participado en la lucha, era "un honor ver abrir el portal".

En un gallego bastante correcto dio las gracias a todos los que mantuvieron su actividad contra el tráfico de drogas y recordó que se continuará peleando contra el narcotráfico.

Pérez Touriño

El presidente de la Xunta de Galicia calificó en su discurso el acto de ayer como "un momento importante na nosa historia colectiva". Touriño dijo hablar "como presidente, pero tamén como home emocionado pola culminación de tantos anos de esforzos e sufrimentos".

El presidente, al igual que el resto, tuvo en su alocución un recuerdo especial para las familias implicadas en la lucha. "Fúchedes quen, partindo de cero, levantáchedes un movemento exemplar, unha rebelión cívica, que se convertiu no emblema de loita traspasando as fronteiras da nosa comunidade".

Touriño evitó además un tono excesivamente triunfalista en su discurso. El máximo mandatario gallego habló de "unha batalla moi prolongada na que non se pode nin se debe flaquear, que requerirá moitísimo esforzo, presupostos, implicación e compromiso". En alusión al eslogan del acto "E a victoria chegou", que algunos tildaron de excesivo, Touriño matizó que "a victoria do Estado de Dereito e da cidadanía chegou, pero a loita continúa".