Más de 300 personas celebraron hoy en el Pazo de Baión, que fue propiedad del narcotraficante Laureano Oubiña, situado en Vilanova de Arousa, el "triunfo del Estado de derecho" con la entrega simbólica de la finca a Galicia después de haber sido incautado en 1995 tras la 'Operación Nécora' y que ahora gestionará la cooperativa cambadesa Condes de Albarei.

Bajo el lema 'Y la victoria llegó: Pazo de Baión', el acto comenzó en el exterior del recinto, con la apertura del candado del portalón del pazo por parte de la presidenta de la Federación Gallega de Asociaciones de Ayuda al Drogodependiente, Carmen Avendaño, que después entregó al ministro de Sanidad, Bernat Soria.

Tras confiar el candado a Soria, Avendaño subrayó que la apertura del pazo representa la victoria del movimiento asociativo y recordó que, en muchas ocasiones las asociaciones contra la droga protestaron ante la entrada y ella les decía cuando querían echar la puerta abajo que triunfaría el Estado de derecho.

Así, Carmen Avendaño agradeció a los jueces Carlos Bueren, José Antonio Vázquez Taín y Baltasar Garzón, así como al fiscal antidroga, Javier Zaragoza, el trabajo realizado en la lucha contra el narcotráfico en Galicia.

El acto simbólico que estuvo amenizado por el conjunto musical Jazzica y por dos parejas que bailaron en un escenario situado entre los viñedos, prosiguió en el interior del pazo con la intervención de la conselleira de Sanidade, María José Rubio, que subrayó la "victoria" conseguida por la sociedad civil y del Estado del derecho. Además, quiso rendir "homenaje de recuerdo y alegría" a las mujeres y madres que lucharon "en defensa de la salud de todos".

Por su parte, Bernat Soria afirmó que era "un honor" estar en la apertura del pazo y agradeció el candado recibido "con orgullo". "Es para todas las asociaciones que trabajan todos los días", aseveró el ministro y resaltó que ha sido "un trabajo conjunto y coordinado" de las asociaciones, administraciones, Fiscalía Antidroga y fuerzas y cuerpos de seguridad, entre otras instituciones, "el que ha permitido llegar hasta aquí". "Os doy las gracias por vuestra lucha", concluyó.

"Rebelión cívica"

Por su parte, el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, incidió en el "ejemplo" de las madres y familias que impulsaron el movimiento asociativo contra la droga y reivindicó la "rebelión cívica" de todas ellas como "emblema" de la lucha de Galicia contra el narcotráfico, "traspasando las fronteras de la comunidad".

"Gracias de verdad por hacer de nuestra sociedad un lugar más justo", dijo Touriño, al tiempo que recordó que el movimiento asociativo "alertó y movilizó" la conciencia de los poderes públicos, apuntando iniciativas en muy diversos campos". "Por encima de todo, sois las familias la mejor representación de la ciudadanía gallega", sentenció.

El mandatario gallego, que se mostró "emocionado" en un "momento importante de la historia colectiva" de Galicia, indicó que se trata de un "día importante" cargado "de especial simbolismo y de sentimientos encontrados". "Se trata de un día de alegría por el éxito, de entusiasmo por una etapa que se cierra, pero también de emoción y recuerdo por el sufrimiento, por la ruina de tantas familias, por el dolor silencioso, constante, interminable, en soledad, de tantas víctimas de la drogradicción y del narcotráfico, que lo estimuló y facilitó", aseveró.

Touriño recordó, asimismo, a los "que quedaron por el camino" sin poder estar "en la victoria de la vida sobre la muerte y de la luz sobre la oscuridad". "Su ausencia es una pérdida absolutamente irrecuperable", apostilló y reconoció el trabajo de las instituciones del Estado de derecho, desde las fuerzas del orden público y de Vigilancia Aduanera, hasta los poderes legislativos, así como a la Justicia. También agradeció la "exitosa cooperación" en un ámbito "complejo" como el de la lucha contra el narcotráfico y la drogadicción.

Durante el acto en la finca del Pazo de Baión se proyectaron en una pantalla imágenes de las madres que en 1988 comenzaron la movilización contra la droga, de la 'Operación Nécora' en 1990; del juicio en la Casa de Campo en Madrid en 1993 y de la toma del pazo en 1995, año en que fue incautado al narco arousano.