La apertura inminente de la autovía de O Salnés motiva que estos días vecinos y ayuntamientos miren con lupa las obras, y que reclamen el arreglo de las deficiencias detectadas. En el caso del Concello de Ribadumia, ayer criticaron con dureza que la Consellería de Política Territorial haya habilitado pasos de peatones al final de uno de los carriles de desaceleración de la futura autovía y al inicio de uno de los de aceleración.

En teoría, la medida no es ilegal -los vehículos tienen que moderar la velocidad antes de entrar en la rotonda, o acceden a los carriles de aceleración en marchas cortas-, pero en el ayuntamiento de Ribadumia afirman que no es de recibo habilitar un paso de cebra en la salida de una autovía, ya que muchos vehículos circulan a gran velocidad y apenas se detienen para ceder el paso.

La alcaldesa de Ribadumia, Salomé Peña, alega que "no tiene lógica pintar un paso de peatones para animar a que crucen en un lugar que, a priori, es inaccesible porque hay una valla que corta el paso" y que "para los conductores supondrá una sorpresa inesperada encontrarse con peatones en esos lugares". Además, recuerda que ese paso de peatones será especialmente peligroso de noche o los días que llueva.

Además, desde el Concello recordaron que hace ya varios meses que pidieron a la Consellería de Política Territorial que construyese una pasarela peatonal elevada en esa zona de Barrantes, sin que hayan tenido respuesta de la Xunta de Galicia.

La pasada semana, Salomé Peña solicitó una reunión urgente con la conselleira de Política Territorial, María Xosé Caride, para exponerle una batería de peticiones, entre las que se encontrará la supresión de esos pasos de cebra y la apertura de un acceso a la rotonda de la autovía desde una pista paralela que hasta ahora sí disfrutaba de esa entrada.

Otro de los ayuntamientos por cuyo término municipal pasa la autovía de O Salnés es el de Meaño. Desde el Concello explicaron ayer que también se han enviado dos escritos a Política Territorial demandando mejoras.

Así, el Concello avisa de la "preocupante situación" del puente que cruza la autovía entre las parroquias de Meaño y Xil, ya que una de las de rotondas nuevas -construida junto con los nuevos viaductos de la autovía- "tiene demasiado peralte y resulta peligrosa para los vehículos con carga movible".

En el escrito que se ha remitido a la Xunta de Galicia, el Concello de Meaño solicita también que se acometa cuanto antes la reposición de los servicios de alumbrado y la solución para la circulación de los peatones que caminen entre Xil y Meaño.

Una obra de la envergadura de la de la autovía -los dos carriles de la vía rápida se convertirán en cuatro, por lo que el ancho de la plataforma es el doble de antes- causa lógicamente complicaciones y perjuicios a terceros.

También los sufrió Meis, pues los vecinos de Fofán tuvieron problemas con una de las carreteras de acceso, así como las canalizaciones de agua y los desbordamientos. La inauguración oficial de la autovía podría llevarse a cabo la próxima semana.