Anxo Martínez / O SALNÉS

La construcción de la tercera planta del Hospital do Salnés es una obra esperada desde hace años, ya que resulta muy necesaria para evitar el colapso sanitario de la comarca. Esta obra comenzará a ser realidad este verano, pero eso implicará también una serie de trastornos y molestias para los pacientes, sus familiares y los trabajadores del centro.

El director del Sergas en Pontevedra, Emilio Santiago Nieto; y los gerentes del Hospital do Salnés, Pedro Soler y del Complexo Hospitalario de Pontevedra; María Codesido, presentaron ayer la obra que se va a llevar a cabo, y explicaron las fórmulas que se han escogido para que las molestias sean las menores posibles.

La construcción de la tercera planta del Hospital do Salnés será ejecutada por la empresa Alcuba, por un importe de 1,9 millones de euros. El plazo de ejecución será de unos cuatro meses -uno menos que lo previsto inicialmente- y se espera que los trabajos comiencen este mismo mes de julio. Para la construcción de un nuevo piso será necesario habilitar nuevos pilares y sistemas de contención, por lo que durante este tiempo será obligatorio cerrar toda la segunda planta, en la que hay 42 camas.

Pedro Soler indicó que a día de hoy ya se han cerrado 17 camas, y que las demás quedarán libres durante los próximos días, en cuanto reciban el alta médica los pacientes. Esta planta está destinada a los usuarios de medicina interna, que en ocasiones sufren enfermedades crónicas, y durante los próximos meses todos los ingresos de este tipo se derivarán hasta los centros del Complexo Hospitalario -Montecelo y el Provincial-, en el que se han reservado 30 camas para los vecinos de O Salnés.

Además, Emilio Santiago apuntó que "se revisó el histórico de ingresos del Hospital do Salnés en estos meses y consideramos que en principio este dispositivo será suficiente". Y es que, por otra parte, se espera que una porción de pacientes que lleguen al Hospital do Salnés se puedan realojar en las camas libres de la primera planta, que seguirá funcionando con normalidad y que es en la que reciben asistencia las parturientas y los recién operados. Por otra parte, este año, el Hospital do Salnés cuenta con un servicio de hospitalización a domicilio, del que se beneficia una docena de personas, lo que también podría aliviar la presión de ingresos.

De todos modos, desde el Sergas también se quiso dejar claro que se intentará que las tareas de apuntalamiento queden concluidas cuanto antes, de modo que se pueda reabrir la segunda planta el 1 de octubre como muy tarde, aunque luego sigan los trabajos en la tercera.

Asimismo, el gerente del Hospital do Salnés señaló que "para evitar trastornos a los familiares no habrá traslados nocturnos, de modo que si una persona entra por urgencias quedará en una sala especial y se hará el traslado por la mañana, para evitar que los familiares tengan que salir corriendo detrás de la ambulancia".

Otros inconvenientes

Otro de los inconvenientes que tendrá la obra es la pérdida de unas 40 plazas de aparcamiento, que ocuparán los camiones, grúas y el material. Pedro Soler es consciente de que el Hospital do Salnés ya tiene problemas a día de hoy con el estacionamiento, y que eso perjudica a los familiares y amigos de los ingresados. Por ello, anunció ayer que se va a poner en contacto con los concellos de Vilagarcía y Vilanova, por si éstos tuviesen la posibilidad de habilitar una parcela provisional como lugar de aparcamiento.

En cuanto a la acumulación de polvo y al ruido, Soler indicó que éstos son inevitables, pero que se respetarán al máximo posible las horas de descanso nocturno de los ingresados. Además, se trabajará con estructuras prefabricadas, de modo que se espera que el impacto acústico sea menor que si hubiese que hacer los pilares en el mismo sitio.

En cuanto al Complexo Hospitalario de Pontevedra, su gerente, María Codesido López, planteó que la reserva de 30 camas para los vecinos de O Salnés no supondrá un perjuicio para los ciudadanos de la capital provincial, pues explicó que este verano no se va a cerrar ninguna cama de adultos -algo que sí es frecuente en el resto de hospitales-, y que además el CHOP dispone de alrededor de medio centenar de camas más que en 2007, por los excedentes en servicios como el pediatría o urología.

Nuevos servicios

La construcción de la tercera planta del Hospital do Salnés permitirá habilitar 32 camas más, y disponer de nuevos servicios. En esta primera fase del Plan Director del Hospital se habilitará un piso nuevo, en el que se ubicarán las unidades de cuidados paliativos, hospitalización polivalente y la de pacientes que requieren aislamiento o infecciosos.

La unidad de hospitalización polivalente dispondrá de 24 camas -en habitaciones dobles-, mientras que las de infecciosos y de cuidados paliativos constarán de cuatro cuartos cada una. En esta última unidad habrá también una cama para un familiar.

La planta estará dividida en el centro por el área sanitaria, en la que se distribuirán los locales de enfermería, el almacén y los despachos médicos y también habrá salas de estar para los familiares. Uno de los aspectos en los que han puesto más mimo los redactores de este proyecto es en garantizar la intimidad de los infecciosos o de los pacientes que necesitan cuidados paliativos, de modo que este ala no se comunica con la de Hospitalización Polivalente, que da hacia la carretera.

Por otra parte, desde el Sergas se garantizó que el CHOP de Pontevedra contará con todos los informes clínicos y el historial de los vecinos de O Salnés que vayan recibiendo en los próximos meses. En cuanto a la plantilla médica de O Salnés, no se trasladará a Pontevedra, según aclaró Pedro Soler.