La residencia Divina Pastora de Vilagarcía se convertirá, en el año 2009, en un referente de calidad para otros centros similares de la provincia de Pontevedra. La firma de un convenio ratificaba ayer la entrada del hospitalillo en el Programa Socialia de Caixa Galicia, un paso más para que el centro pueda mejorar considerablemente sus sistemas de gestión y obtener los certificados de calidad pertinentes en el año 2009. La alcaldesa, Dolores García, señaló que "esta es una apuesta importante por Vilagarcía en sus aspectos económico, social y cultural". De hecho, serán ahora los propios empleados del centro los que tendrán que "trabajar duro" para conseguir los objetivos prefijados inicialmente y repercutir por ello en beneficio tanto de los usuarios actuales como de los futuros.

Vehículos solidarios

Lo cierto es que ayer fue un día para la solidaridad en Vilagarcía. La Asociación BATA recibió, de las manos del director de la Obra Social Caixa Galicia, Manuel Aguilar, y del vicepresidente de Fademga, Elías Palacio, un vehículo adaptado que sustituirá al que el colectivo lleva utilizando desde hace 13 años y que ya está totalmente obsoleto.

La presidenta de BATA, Carmen Márquez, destacó la estrecha colaboración "desde hace años" con Fademga y señaló que esta furgoneta servirá para dar servicio a toda Vilagarcía e incluso a usuarios de A Illa, Cambados, Vilanova o Pontevedra entre otros.

Manuel Aguilar señaló que esta nueva aportación servirá para que "muchos niños de la comarca tengan acceso a sus derechos" y señaló que estas colaboraciones siempre repercuten "en beneficio y calidad para todos".

Por su parte, Elías Palacio recordó que, al igual que en el caso de BATA, muchas asociaciones tienen problemas de movilidad dado que en la mayoría de los casos se requiere "moverse muchos kilómetros para llegar a aquellos que más lo necesitan".

Palacio resaltó además el trabajo del colectivo vilanovés a la hora de intentar buscar recursos que "mejoren la calidad de vida de sus niños" e incidió en que "el tema de la familia ha estado olvidado durante muchos años, pero afortunadamente hemos ido ganando terreno gracias a colectivos como BATA y al trabajo que realizan".