Política Territorial debe reconocer su incapacidad para cumplir el plazo de ejecución del desdoblamiento de la vía rápida de O Salnés que iba a concluirse antes de verano para contrarrestar el denso tráfico a las playas que se espera a partir del próximo 1 de julio.

Las obras, en las últimas semanas, han adquirido un ritmo especialmente lento y aunque el tramo entre Curro y el enlace de Cambados-Ribadumia parece muy avanzado, a partir de aquí, hasta Sanxenxo, queda todavía mucho por hacer.

El tiempo lluvioso de los dos últimos meses y la huelga del transporte quizás hayan incidido en la ralentización de los trabajos pero la llegada del buen tiempo no ha supuesto un cambio de estrategia para redoblar esfuerzos y cumplir con la idea que en varias ocasiones había expresado la conselleira María José Caride.

En la última visita de la titular de Política Territorial a Vilagarcía ya se eludió hablar de plazos con el argumento de que no quería poner fecha concreta para la conclusión de las obras.

Este silencio es interpretado como el anuncio claro de que los primeros veraneantes tendrán que convivir con las obras y conducir sobre plataformas en obras durante algunas semanas más.

En los 17 kilómetros de recorrido todavía se circula por dos carriles y se va cambiando de una plataforma a otra en función del ritmo de los trabajos. En algunos puntos del recorrido, caso de la entrada al futuro polígono empresarial de Sanxenxo, es necesario coger uno de los desvíos para acceder de nuevo a la carretera por una rotonda provisional.

Cuando quedan sólo ocho días para el día 1 de julio, y aunque la traza de la autovía es perfectamente visible, todavía quedan muchas infraestructuras importantes por concluir.

A la llegada al término municipal de Sanxenxo se está construyendo todavía un viaducto en el nudo de comunicaciones del área empresarial y unos metros más adelantes se ven tres vigas desnudas que serán la sujeción de un nuevo puente.

Pero en lo que concierne al propio recorrido también se observa la lentitud de trabajos en los viaductos de Fondón y en el de Picón. Los coches han de reducir la velocidad por el mal estado del pavimento. El asfalto está totalmente levantado lo que obliga a frenar para evitar los tan incómodos botes de la amortiguación. Se observa también la falta de guardarraíles en varios tramos, la ausencia de una completa señalización y terraplenes sin vegetación.

La obra requiere prácticamente la totalidad del asfaltado, al menos en los 17 kilómetros de la plataforma original.

Pérez reclama urgencia en los accesos

El alcalde de Meis, José Luis Pérez quiere ser prudente y evita hablar de plazos de conclusión de la obra. "Quiero que acabe cuanto antes pero no voy a hacer ninguna alusión a los tiempos para que no digan que mis intenciones son sólo partidistas pues yo pertenezco al PP y la Administración que desarrolla la obra es del PSOE".

Lo que sí considera reprochable es el estado de los accesos a los lugares y fincas de su término municipal, a consecuencia de estas mismas obras.

"Insisto en que se llevan muchos meses de retraso en los accesos a los núcleos rurales y se está perjudicando a los vecinos", afirma rotundo José Luis Pérez.

Asegura el regidor meisino que recientemente ha solicitado a la delegada provincial de Política Territorial, Isabel Domíngues, que urgiese el fin de las obras en los accesos, aunque admite que todavía no obtuvo resultados.

Los nudos llevan el mayor retraso

Los nudos que tendrá la autovía tanto en Meis, como en Ribadumia y Sanxenxo, debido a su complejidad, son las obras que llevan mayor retraso. La entrada desde Cambados a la actual vía rápida puede llegar incluso a ser peligrosa pues se accede desde un cruce con poca visibilidad.