La Policía Nacional ha identificado a S.F.S., de 37 años y vecina de Vilagarcía, como la presunta autora de un hurto en una vivienda de la ciudad. Desde Comisaría quieren alertar sobre el modus operandi que utiliza esta mujer, por si ella u otra persona intentase ponerlo en práctica para desvalijar una casa. Trata de ganarse la confianza de la víctima haciéndose pasar por la amiga de una vecina para colarse en el domicilio y llevarse todo aquello que pueda cuando la víctima se descuida.

Los hechos que permitieron descubrir a esta mujer se remontan al pasado sábado, cuando una señora presentaba denuncia en Comisaría y relataba como sobre las 17,00 horas una chica a la que había abierto el portal con el pretexto de visitar a una vecina había timbrado a continuación a su puerta y le explicó que debía desplazarse inmediatamente a un centro hospitalario a Vigo, dado que a la supuesta amiga que residía en el edificio le había sucedido algo muy grave. Con tal excusa le solicitaba algún dinero con el que poder realizar el viaje y la víctima le entregó 50 euros. Acto seguido le pidió entrar al cuarto de baño a lo que la mujer accedió, saliendo instantes más tarde.

Según explican desde Comisaría, cuando la señora entró en la cocina de su vivienda se percató de que el bolso que había dejado encima de la mesa tenía los objetos en su interior todos revueltos y tras examinar su contenido con detenimiento comprobó que le faltaban 200 euros.

Tras las gestiones realizadas por los agentes policiales se pudo identificar a esta persona que cuenta con numerosos antecedentes por hechos similares a éste, como autora de los hechos. Tiene unos 38 años, mide 1,65, es de complexión delgada, pelo castaño y largo y con manchas en la cara. En el momento del hurto usaba un vestido rojo.

El modus operandi sobre el que alerta la Policía a la ciudadanía pontevedresa consiste en utilizar este tipo de engaños para entrar en la vivienda. Uno de los pretextos puede ser realizar una llamada telefónica a una persona enferma. Sobre todo, suelen aprovecharse de que la víctima es de avanzada edad o vive sola.

Tras ganarse su confianza, accede al interior de la vivienda y cuando logra que la inquilina vaya a otra habitación aprovecha la circunstancia para revolver en cajones y armarios y apoderarse así del dinero.