M.G. / A Illa de Arousa

La enfermera del Centro de Salud de A Illa de Arousa, Rosa Andrade, comenzó ayer su recorrido en bicicleta por los domicilios de los pacientes a los que no puede atender en las instalaciones ubicadas en la Casa del Mar. No se propone entrenar para participar en el "Tour" de Francia, sino que suple con el uso de la bicicleta la falta de medios de transporte del departamento de Atención Primaria del Servicio Galego de Saúde para este tipo de trabajos.

Hasta la pasada semana esta enfermera utilizaba su coche particular para los desplazamientos a los domicilios de los pacientes, pero dado que la cantidad que percibe por este servicio es insignificante en relación con el coste que tiene el movimiento de su vehículo, ha optado por un medio más barato aunque sea más lento. De esta situación Rosa ya advirtió a sus jefes de Atención Primaria y también a las personas encamadas que esperan su atención diaria. Los usuarios del servicio de enfermería, tanto los que no pueden desplazarse como los que acuden a las consultas del centro médico, tendrán que tener más paciencia porque en bicicleta la enfermera tarda más en hacer su recorrido asistencial.

La primera jornada resultó bastante tranquila porque sólo tuvo que hacer una extracción de sangre a primera hora y cerca del centro de salud. A mediodía hizo tres visitas domiciliarias para curas, con un recorrido de aproximadamente 3 kilómetros y un retraso de media hora.

La primera de las visitas fue a un paciente parapléjico que esperaba a la enfermera con gran impaciencia porque se levanta después de que ella le hace la cura y un retraso en su llegada supone más tiempo acostado en la cama. Sin embargo, el hombre no sólo entendió el retraso de la profesional en llegar a su casa sino que expresó su apoyo a la reivindicación de la disponibilidad de un medio de transporte del Sergas para este tipo de servicios.

La última de las asistencias fuera del centro de salud fue en casa de Luis, quien tiene una úlcera de presión en un tobillo que requiere una cura periódica. El regreso al centro médico fue a la una y media de la tarde, momento en que se encontró una petición de la subdirección xeral de Enfermería para que rindiese cuentas mensuales de las visitas domiciliarias que lleva a cabo. Sólo en mayo fueron 59 las asistencias por este sistema.

Por su parte, las 15 enfermeras del Ambulatorio de San Roque en Vilagarcía mantienen desde hace meses la reivindicación de un medio de transporte para las visitas a los domicilios. Como medida de presión han dejado de utilizar sus vehículos particulares y hacen el recorrido a pie desde el centro médico hasta las casas, algunas de ellas a más de 6 kilómetros de distancia.

Son casi diarios los retrasos que se producen por este sistema, lo que obliga al Sergas a contratar un coche adicional para recoger las muestras de sangre que llegan tarde al centro de salud. Este colectivo participa en una plataforma gallega que reivindica una solución al problema de la falta de transporte para las asistencias domiciliarias. La plataforma solicitó una reunión con la conselleira que aún sigue pendiente.