El Día del Libro se ha convertido ya en una de esas fechas pintadas en color rojo en el calendario escolar, pues la mayoría de colegios e institutos cambiaron durante el día de ayer varias clases lectivas por maratones de lectura, la asistencia a ferias del libro, recitales poéticos o representaciones teatrales. Todo ello para inculcar en los estudiantes el placer por la lectura, pues a menudo éstas son unas edades en las que se comienzan a definir los gustos y preferencias.

En Cambados, los actos se centraron en dos puntos: el instituto Francisco Asorey y el auditorio de A Xuventude. En el instituto, los propietarios de las librerías Castelao, Contos y Ramón Cabanillas montaron una feria por iniciativa de la dirección del centro, y en A Xuventude, los alumnos de todos los colegios de Cambados recitaron la poesía de Manuel Curros Enríquez -de cuyo fallecimiento se cumplen cien años- desde las nueve de la mañana hasta las dos de la tarde.

También hubo actividad en el colegio de San Tomé, donde los profesores montaron una exposición con los trabajos que presentaron los niños en relación con sus cuentos preferidos. Unas manualidades en las que emplearon materiales muy diversos, como maíz, cartón y hasta galletas de chocolate.

En Vilanova, estudiantes de todo el municipio se reunieron por la tarde para mostrar los carteles de gran formato que estuvieron elaborando en los últimos días en las casas da cultura, y que versaban sobre Ramón María del Valle Inclán y Julio Camba. En los carteles se recogían extractos de sus obras y datos sobre la biografía de cada uno de ellos y su contexto histórico.

Y en A Illa, la Concellería de Xuventude organizó la creación de un "Libro Xigante", de modo que los alumnos, de entre 6 y 11 años, pudieron crear con sus propias manos un volumen de gran formato. La edil Juliana Dios señaló que el objetivo era fomentar el trabajo en equipo y que los pequeños conozcan las partes de que se compone un libro y cómo se articulan.