El proyecto "Peixe Verde", que financia la Consellería de Pesca, incluye entre sus acciones la sustitución de los motores de gasolina para introducir los de gas licuado del petróleo (GLP). Es una línea de investigación denominada "Santiago Apóstolo"que está dirigida a la flota artesanal gallega con el fin de reducir el gasto en carburantes. Pero esta iniciativa, aún en fase de desarrollo y expansión, parece presentar algún vacío legal o laguna administrativa, y esto hace que barcos adaptados al nuevo carburante puedan situarse al borde de la ilegalidad.

No parece existir problema alguno ni amenaza posible a la continuidad de "Peixe verde", cuyos resultados avalan su idoneidad. Pero sí se aprecian problemas que son denunciados por los armadores y que deben ser subsanados de inmediato.

Lo que está ocurriendo es que el plan "Santiago Apóstolo" está siendo coordinado por el Centro Tecnolóxico da Pesca de Celeiro (Cetpec) y la empresa Repsol YPF, pero las embarcaciones participantes dependen, como es lógico, de Marina Mercante. Y parece ser que a causa de la falta de comunicación entre todos los órganos implicados se da el caso de alguna comandancia de Capitanía Marítima que se ha negado a despachar barcos de gas licuado alegando que la obra de reforma introducida en los mismos para sustituir el motor de gasolina no fue autorizada.

Amarrado y sin faenar

Uno de los armadores participantes en el proyecto, con puerto base en O Grove, alega que Capitanía no le despachó el barco "por no tener autorización para el gas licuado", y esto supone que la embarcación debe permanecer amarrada en puerto, sin salir a faenar.

Dice este grovense que "hay un par de casos como éste en Galicia", y alega que "todos los barcos de gas licuado pueden ser considerados ilegales, por haber afrontado la obra de reforma sin permiso para ello".

Al parecer "Cetpec desarrolló el estudio y tramitó toda la documentación a través de Capitanía de Celeiro, pero no explicaron a los armadores participantes en Peixe Verde que teníamos que seguir los mismos pasos, es decir, solicitar primero el permiso de reforma y después colocar el nuevo motor, lo cual, a estas alturas, hace que los armadores estemos en una situación de indefensión... En Cetpec nos dijeron que instaláramos los nuevos motores porque no pasaba nada".

Así las cosas, "no podemos salir a faenar, las facturas se acumulan y las soluciones no llegan", de ahí que el armador de O Grove que denuncia estos hechos incluso esté estudiando la posibilidad de recurrir a la vía judicial y exija una rápida respuesta al Cetpec y a Marina Mercante. Pero también aconseja a los demás armadores que permanezcan atentos y revisen su situación, "pues pueden encontrarse con una sorpresa desagradable cuando quieran pasar la inspección anual -los barcos de más de seis metros- y les digan que no pueden darles el despacho porque están ilegales".

Incluso advierte de que "pueden producirse problemas -a modo de denuncias- con Aduanas, Guardia Civil o Gardacostas de Galicia por tener en el barco un sistema de propulsión que no está permitido o autorizado". Para terminar, el armador grovense lleva las hipótesis al extremo y dice: "Si explota una bombona el armador acabará en la cárcel por haber realizado la reforma sin autorización".

En el Centro Tecnolóxico da Pesca de Celeiro (Cetpec) no comparten esta preocupación, pues "no hay riesgo alguno" y todas las embarcaciones participantes "cuentan con todos los requisitos técnicos exigidos y están aseguradas, en concreto con la empresa Mapfre", explica el director del centro, Andrés Díaz.

Le ofrecen recuperar el motor original

El director de Cetpec, Andrés Díaz, dice comprender "la indignación y preocupación del armador grovense, "pero estamos trabajando para solucionar estas situaciones, y lo importante es que el proyecto está ofreciendo unos resultados formidables, incluso con ahorros en combustible superiores al 40%".

Lo único que Cetpec puede hacer, y de hecho ya lo hizo, es "ofrecer al armador que provisionalmente vuelva a colocar el motor de gasolina, hasta que le llegue el despacho para el gas licuado, y presionar en Madrid para que Marina Mercante acelere el expediente", concluye.

El director de Cetpec lo achaca a un posible problema de comunicación

Andrés Díaz, director del Centro Tecnolóxico da Pesca de Celeiro (Cetpec), resta importancia a lo ocurrido, aunque reconoce la existencia de ciertos problemas con una embarcación de O Grove. Pero advierte que todo está en vías de solución y aclara que el proyecto de aplicación del gas licuado "es algo totalmente novedoso" para el sector, y eso justificaría la existencia de problemas o errores puntuales que habría que solucionar sobre la marcha.

A modo de ejemplo sostiene que en el puerto de Celeiro también tienen una lancha adaptada al GLP que, al contrario de lo denunciado en O Grove, "fue despachada sin ningún problema ni contratiempo".

La situación denunciada desde la villa grovense "ya fue comunicada a Marina Mercante", un órgano al que están apremiando desde el puerto de Celeiro y desde la Consellería de Pesca e Asuntos Marítimos para que solventen los problemas con la máxima urgencia y entreguen el despacho que Capitanía negó al armador meco.

Lo que ocurre, cree Andrés Díaz, es que "se estableció un protocolo de actuación muy ambicioso, y dado que es nuevo y que Marina Mercante tiene diversas secciones o departamentos, puede darse el caso de que, por confusión, o incluso por falta de comunicación, se produzcan estos pequeños contratiempos técnicos en algunas Capitanías Marítimas, pues repito que es algo totalmente novedoso y hay que ir poco a poco".