El Consello Regulador do Mexillón de Galicia, la Consellería de Pesca y la Universidade de A Coruña trabajan desde hace un par de años en la diferenciación genética del mejillón gallego. Aún queda otro año de estudios y pruebas, pero a estas alturas puede avanzarse ya que los científicos han descubierto los marcadores genéticos capaces de diferenciar al molusco cultivado en las rías de Galicia, evitando así que pueda ser confundido con el que llega de Chile, Grecia o Asia, por citar algunos ejemplos.

Los avances científicos facilitan esa diferenciación tanto si el molusco está fresco como si ya fue manipulado o transformado, es decir, que puede distinguirse al producto autóctono y al foráneo aunque las viandas estén cocidas, enlatadas o incluso "bañadas" en salsa.

Según ha podido averiguar FARO, los promotores de este estudio de investigación están tramitando la patente de los avances experimentados, de ahí que no quieran, ni sea conveniente, ofrecer datos concretos sobre los marcadores genéticos descubiertos y el modo de obtenerlos.

Pero sí se sabe, sin ningún género de duda, que a estas alturas del proyecto "podemos concretar por el ADN si un mejillón es gallego, neozelandés o chileno, lo cual supone un importante avance para el sector mejillonero y una herramienta fundamental para luchar contra el fraude", dicen fuentes próximas a la investigación.

Y es que, como se denunció en repetidas ocasiones desde que el mejillón se convirtió en un producto de consumo realmente valorado, hay empresas que importan las viandas de terceros países y que, una vez transformadas, las lanzan al mercado con etiquetas fraudulentas o confusas que hacen creer al consumidor que está degustando molusco de las bateas gallegas, aunque no sea así.

Ahora, gracias al avance experimentado por los investigadores, la Administración dispondrá de los métodos precisos para perseguir ese fraude e incluso sancionar a quienes lo realicen.

Proyectos estrella

Pendientes de la patente, el de diferenciación genética es uno de los proyectos estrella en los que participa el Consello Regulador Mexillón de Galicia y, por extensión, el propio sector productor y transformador.

Esto significa, junto a la obtención de la Denominación de Origen Protegida Mejillón de Galicia, un importante paso al frente que beneficiará de forma evidente a los propios bateeiros, siempre y cuando, como ocurre con los demás proyectos, los productores sean capaces de sacudirse la crisis que atraviesan a causa de la desmembración del sector, producida por la desorganización que experimenta desde hace años.