Cuanta más prisa tengamos, menos debemos correr´´. Lo dice el español Bernardo Nadal-Ginard, padre de la idea de la regeneración miocárdica, otro científico español emigrado que trabaja en el hospital neoyorquino del Mount Sinaí, el mismo en el que sienta cátedra Valentín Fuster. Se refiere a la investigación clínica sobre las células madre, pero podría servir para otras muchas cosas, y no es más que una fórmula diferente de esa clásica de ``vísteme despacio que tengo prisa´´ o aquella más pedestre de ``no por mucho madrugar amanece más temprano´´. La prisa es siempre mala consejera, en la investigación clínica con células madre, que algunos venden como la panacea universal cuando aún estamos en mantillas... o en política.

¿Por qué tiene tanta prisa el lehendakari Ibarretxe en poner en marcha un referéndum para que los vascos se pronuncien ``libremente´´ sobre si quieren o no formar parte de España? ¿Qué garantías puede tener una consulta popular en la que una buena parte de los vascos, unos 500.000, han tenido que escapar de su tierra, otros no tienen libertad ni siquiera para ir sin escolta, y unos pocos utilizan la violencia, amenazan, extorsionan y matan a sus conciudadanos por pensar de manera diferente?

La entrevista en La Moncloa ha sido tan decepcionante como se esperaba. Zapatero ha dicho lo que tenía que decir, pero Ibarretxe no se ha movido un milímetro de donde estaba antes de hablar con el presidente y, además, ha añadido una frase llamativa: ``todas las negociaciones comienzan por un encuentro titubeante´´. ¿Y ahora, qué? Si el lehendakari convoca al Parlamento vasco en junio para que apruebe la consulta, ¿qué hará el Gobierno de España? Las opciones constitucionales están ahí, pero es evidente que su aplicación es excepcional. ¿Qué hará el principal partido de la oposición si en las elecciones de marzo alcanza el poder? ¿Qué piensan hacer los militantes del PNV que no están de acuerdo en esa consulta que introduce unos enormes riesgos en la convivencia ciudadana de una tierra maltratada por el terror? ¿Qué papel van a jugar las víctimas de ETA, sin derecho a memoria histórica, silenciadas y obligadas a circular por calles y plazas que llevan el nombre de asesinos sin legitimidad alguna?

Ibarretxe, contra los consejos de los sabios, corre como si tuviera prisa. Intuimos, pero no sabemos porqué. A veces hay que cerrar, como ha hecho el presidente Zapatero, cualquier posibilidad de caminos hacia ninguna parte: ``No se puede hacer, no se va a hacer, no se hará´´. No debe ser, no puede ser una actitud preelectoral. No hay negociación, no hay titubeos. Tomamos nota.