No cabe duda de que uno de los eclesiásticos más singulares en las últimas décadas de la historia diocesana de Ourense fue César Silva que con su Ciudad de los Muchachos y su circo alcanzó primeras planas de todos los medios de comunicación.
Pero no me voy a referir yo a nada circense e importante, sino a una curiosidad relacionada con su prematura vocación de artista concretamente como pintor, reconociendo por lo poco que conozco de sus obras, que tenía dotes, y un estilo personal interesante. Me imagino que sería autodidacta, dando muestras desde niño de sus cualidades y por eso apoyado por su familia siendo un adolescente de 14 años organiza una exposición de sus pinturas en el Liceo, cosa que debió causar una notable sorpresa en el mundo clerical de entonces puesto que César Silva ya era seminarista y quizá por ésta sorpresa se han conservado los detalles documentales que me permiten a mi esta pequeña nota.
Su pintura
De su obra pictórica supe que hace años el difunto y querido Anselmo López Moráis tuvo encargo y deseo de hacer una exposición más o menos antológica, que no se llevó a cabo hasta es probable por la dificultad de reunir sus obras y por entonces el mismo Moráis regaló al Archivo de la Catedral un cuadro del Sagrado Corazón realizado por Silva, pintura interesante, con personalidad alejado de todas las iconografías dulzonas de las tradicionales representaciones de ese tema. También recuerdo el conflicto que hubo cuando al realizar las obras de renovación del obispado se encontró que una de las ventanas estaba tapiada y en el enlucido Silva había pintado un Crucificado. Lógicamente había que abrir el hueco que también es arte la arquitectura, y ello obligaba a derribar el muro con la pintura, pasarlo a lienzo resultaba muy costoso, se le ofreció al autor que lo hiciera si quería, pero se ve que también calculó que era desproporcionado el gasto y aunque pretendió que lo hiciera al obispado, este demostró que no tenía ni obligación ni tampoco podía gastar en aquello lo que un patrimonio diocesano rico y tan necesitado siempre está urgiendo.
El estilo de Silva por las pocas cosas que conozco realiza figuras muy marcadas por la línea que tiene mucho que ver con la técnica de la vidriera y que algunos importantísimos artistas, como por ejemplo Rouault, tuvieron como marca de su técnica y estilo. Pero yo tampoco soy entendido y crítico de arte contemporáneo como para hacer unas apreciaciones de autoridad sobre este modo de pintar, pero si por supuesto, me considero con la capacidad para decir que no era un irrelevante artista y que de haberse formado y haber perseverado en ello habría alcanzado las calidades y el prestigio de tantos otros pintores coetáneos.
La exposición
La exposición que motiva estas líneas se organizó en el Liceo el año 1947, no dejaba de ser entonces algo no habitual, y menos que lo hiciera un muchacho de 14 años que además era seminarista. Se salía muy de lo normal porque además en aquellos momentos el seminario menor no era espacio para muchas iniciativas de este tipo, controlada la vida de los seminaristas con reglamentos bastante estrictos y por eso no dejó de sorprender al Obispo, Don Francisco Blanco Nájera, y al rector recibir un saluda en parte impreso y en parte mecanografiado con el que el seminarista, esto es era añadido mecanografiado al saludo inicia, "Jesús César Silva Méndez saluda a su excelencia el señor Obispo y tiene el honor de comunicarle que entre los días 12 y 18 del actual una exposición de sus cuadros de pintura en un salón del Liceo de esta capital confiando en verse honrado con su presencia. Por lo que quedará eternamente agradecido. Orense 12 de septiembre de 1947"
Similar saluda dirigió al padre rector y comunidad del seminario menor. Naturalmente el Obispo por medio del Canciller Secretario del obispado remitió al rector del seminario, el saluda sin duda extrañado y pidiendo las debidas explicaciones. El Padre Florentino Sesnadez, se apresura a contestar: "Mi distinguido señor y amigo: he recibido de usted un saluda, acompañado del que, por orden de nuestro Reverendísimo Prelado, me remite usted, del seminarista Jesús César Silva, y a la vez otro del mismo Jesús César, que le remito a usted y que fue la primera noticia que tuve del hecho, pues ni el interesado, ni otra persona por el me había dicho nada y aunque el periódico local habló de sus deseos no creí que hiciese nada sin hablar."
La exposición tuvo un sencillo programa impreso en la Industrial, que en la portada dice: "PROGRAMA. EXPOSICIÓN DE PINTURA REALIZADA POR EL NIÑO JESÚS CÉSAR SILVA MÉNDEZ DE 14 AÑOS DE EDAD, PRESENTADA EN EL LICEO RECREO ORENSANO". Y en el interior el catálogo de las obras expuestas que eran tres apuntes a lápiz: Cabeza de mujer (estudio), árbol y vaso y el resto hasta 23, oleos: Chiquillos, Lobo marino, Loña (paisaje), Manzanas (bodegón), Jesús, El niño de la concha, Soledad (paisaje), Flores (bodegón), Paisaje, Sardinas (bodegón), Pensamientos, Flores, Estudio (bodegón), La campiña (paisaje), Paisaje, Flores (bodegón), El Champán bodegón, Vaso (bodegón), Paisaje anochecer y Retrato. Que por lo que se ve principalmente eran paisajes y bodegones y solamente un tema religioso "Jesús" y quizá también lo sea "El niño de la Concha", copia del famoso cuadro de Murillo, y un retrato que no sabemos de quién era.
Recordatorio
No sé si tuvo consecuencias pero desde luego Jesús Silva continuó sus estudios en el seminario, pasó después a Comillas, lo cual demuestra que era estudiante aventajado y de valía intelectual y se ordenaría sacerdote diez años más tarde, el año 1957. Conozco un recordatorio de su primera misa que también es especial y peculiar, tanto en el texto como que coincidiera su primera misa con la boda de una hermana y desde luego se ilustraba con un dibujo del propio Silva:una Santa Cena, dentro de su estilo con figuras de rostros alargados, como muy del Greco que quizá pudo tener algo que ver en la inspiración de la pintura de Silva. El texto del recordatorio dice: "SACERDOTE DE JESUCRISTO PARA LLEVAR A LOS HOMBRES UN MENSAJE DE AMOR Y DE PAZ. DIJE EN MI PRIMERA MISA SOLEMNE EL DÍA 6 DE JULIO DE 1957, EN LA QUE BENDIJE LA UNIÓN MATRIMONIAL DE MI HERMANA MARISOL CON FELICIANO MARTÍNEZ. JESÚS CÉSAR SILVA .SACERDOTE DE JESUCRISTO.
