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José Manuel Ponte

INVENTARIO DE PERPLEJIDADES

José Manuel Ponte

Valor de las dos Copas

La temporada futbolística entra en su etapa decisiva y en las tertulias se discute sobre qué equipo ha hecho mejor campaña y cuáles títulos tienen más mérito en caso de ser conquistados.

La opinión predominante es que el Barça ganará la Liga dada la distancia sobre sus perseguidores, Atlético de Madrid y Real Madrid; y tiene también opciones serias de ganar la Copa del Rey con permiso, claro está, del Sevilla que es el otro finalista. Ganar los dos grandes títulos nacionales, sobre todo el de la Liga, que es el torneo de la regularidad, y hacerlo batiendo además el récord de partidos imbatido, parece una hazaña deportiva que merecería general reconocimiento, Pero no es así.

Según lo que se oye decir en las tertulias, incluidas las catalanas, todo eso estaría muy bien siempre que el Real Madrid no ganase, a su vez, la Copa de Europa, un torneo que ya ha conquistado doce veces. Al parecer, si el Real Madrid gana una nueva Copa de Europa (torneo del que fue eliminado sorpresivamente un Barça que aspiraba a las tres coronas) el valor de los otros dos campeonatos quedará claramente devaluado.

Y a los ojos de todo el mundo, el triunfador de la temporada 2017- 2018 será el equipo de la capital de España. ¿Es eso justo?, le pregunto a un veterano colega que domina el tema. "Ni justo ni injusto -me responde- simplemente es así". Luego, me explica que la Copa de Europa (que desde hace unos años se llama Champions League) es un espectáculo deportivo grandioso trufado de intereses mediáticos y publicitarios que reparte millones de euros a quienes participan en ella.

Cada uno de los 32 equipos que juegan la fase inicial recibe 12 millones de euros, a los que hay que añadir 1,5 millones por victoria y 500.000 en caso de empate. En octavos, el fijo es de 5,5 millones; en cuartos, de 6 millones; en semifinales, de 7 millones y en la final el campeón se embolsa 15 millones de euros y el subcampeón 10,5. Se calcula que la final del año pasado la vieron por televisión 360 millones de personas con el correspondiente patrocinio comercial y el correspondiente cruce de apuestas a nivel planetario. No obstante, llamarle a ese torneo tan importante Liga de Campeones parece excesivo.

La realidad es que participan el campeón de Liga de cada país (de cierta potencia futbolística) y los tres equipos clasificados a continuación. Pudiéndose dar el caso -que se da- de que no sea un campeón de Liga el que luego se proclama campeón de la Copa de Europa sino otro equipo peor clasificado a priori. Cuando el que esto escribe tenía menos años, pudo asistir al nacimiento de la Copa de Europa que fue una iniciativa del famoso periódico deportivo francés L´Équipe, secundada muy hábilmente por el presidente del Real Madrid, Santiago Bernabéu, que ya había fichado a Di Stefano. Y allí comenzó también la leyenda de las Cinco Copas sucesivas ganadas por el equipo madrileño.

Por cierto que, la participación (hecha inicialmente por rigurosa invitación) se olvidó del campeón de Liga entonces vigente, el Athletic de Bilbao. Más tema para la polémica.

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