Y, sin salir del área portuaria, hemos de referirnos al anuncio de la alcaldesa con respecto de lo que se planea hacer en la zona. Las elecciones están próximas y, como se esperaba, caen anuncios que buenos son si se cumplen a tiempo. Uno de ellos es la construcción del ansiado auditorio que sitúan tras la parada del "trole" sobre 1.500 m2. La cosa está aún verde porque se trata de convocar la redacción del proyecto y, aunque la idea es aceptable de momento, ya veremos si no le pasa como al magnífico proyecto ganador que se iba a construir en el Eguren que, después de elegido y premiado, "entre todos lo mataron y solito se murió". Se habla, algo más difuminadamente, de una nave para albergar las actividades de los clubs deportivos "del agua" (remo, piragüismo, vela, etc.), lo cual es una buena y esperanzadora idea sobre todo para los deportistas de estas especialidades. Y, hace unos días se anunció la intención de construir un restaurante en el extremo del Paseo Blanco Solla y aquí si que tenemos que poner muchas dudas por delante a su conveniencia porque, a más de un km. de la Plaza de España, sin posibilidad de acceder con vehículos, ni siquiera para dejar comensales, un día (que son muchos) de lluvia y frío en invierno, la rentabilidad del negocio será muy dudosa y puede acabar siendo una instalación fantasma. Un sondeo entre profesionales sería conveniente. Para no meter la pata.
Dos: Puerto pesquero
