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Carmen Pérez Novo.

Lavados vaginales

El peligro de usar sustancias extrañas en la higiene íntima femenina

Son muchas las mujeres que consideran que los lavados internos vaginales, forman parte de la higiene normal femenina. Totalmente falso. Hay que tener presente que la vagina, además de sus funciones generales: conducto excretor de la hemorragia menstrual y de las secreciones del cuello uterino, órgano femenino del coito y viaducto del parto, tiene una misión muy especial, que consiste en formar una barrera para protegerse a sí misma y al aparato genital situado más arriba. El objetivo de dicha barrera es impedir el paso de los gérmenes o, si han logrado traspasarla, evitar su excesivo crecimiento. Cuenta, para este mecanismo de limpieza y desinfección naturales, con los bacilos de Döderlein, microorganismos prebióticos que colonizan en la vagina constituyéndose en el principal componente de la flora bacteriana normal. Estos bacilos fueron identificados por primera vez en el año 1894 por el médico alemán A. Doderlein y cuyo papel primordial radica en producir ácido láctico, capaz de crear un ambiente interior incompatible con la vida de la mayoría de hongos y bacterias, disminuyendo, de esta manera, el riesgo de padecer cualquier proceso infeccioso vaginal. Pero tienen también, estos bacilos, una característica peculiar y es que solo pueden vivir en dicho habitáculo, la vagina, cuando las condiciones les sean favorables. Por todo ello, es muy importante que todas las mujeres tengan muy presente que el uso de sustancias extrañas en los lavados vaginales, puede llegar a destruir, o en su defecto dañar, estos bacilos y dejar, de esta manera, la vagina sin ninguna protección. Por otra parte, el jabón, que normalmente utilizamos, es bueno para el aseo de la piel corporal, pero de ninguna manera para las mucosas, ya que destruye su capa grasa de protección, alterando de manera significativa la función autodefensiva y depuradora que normalmente poseen. Por tanto, es un error la obsesión que tienen algunas mujeres con el exceso de limpieza en su aparato genital. Sepan que las duchas vaginales no son recomendables, es más, son contraproducentes, pues pueden incrementar el riesgo de desarrollar infecciones en la vagina, ya que alteran su equilibrio natural y hacen que se cree un medio propicio para el crecimiento de las bacterias, que van a ser las causantes de infecciones, en esta parte del aparato genital femenino. O sea que, por supuesto, es fundamental el aseo diario, pero solo de los genitales externos, quedando los lavados intravaginales reservados a la prescripción individual ginecológica.

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