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23-F: un golpe de consecuencias reales

Los miembros de la primera corporación democrática se reunieron en 2011 para recordar viejos tiempos y posar para la posteridad

Hoy se cumple el aniversario del fallido golpe de estado del 23 de febrero de 1981, una fecha en la que el Congreso y España entera estuvieron secuestrados. El conocido como 23-F acabó con la transición política, que podría haber conducido aquella joven democracia constitucional mucho más lejos de donde está ahora. Tras las manifestaciones del día siguiente el Poder se apropió del 23-F e hizo suyas las protestas, vendiendo el tópico de que ese día nació la democracia. Todavía hoy, periodistas e historiadores afirman que el Jefe del Estado salvó al país de un golpe en el que él mismo estuvo comprometido, asumiendo protagonismo para salvar su linaje y apoyando tras su fracaso a un dañado régimen de transición.

El pavor a la involución y los recuerdos de ensañamiento con los vencidos de la pasada guerra civil, desmovilizó de nuevo a la ciudadanía. Algún ponente de la Constitución llegó a decir que aquellos momentos dramáticos de la joven democracia estaban reñidos con la movilización ciudadana, cuando la Historia nos enseña que no hay democracia viva merecedora de ese atributo sin una ciudadanía movilizada. Aquella involución militar de la transición a través de la operación del 23-F consiguió el inicio de la paralización democrática con el apoyo de muchos oportunistas reconvertidos del viejo régimen.

Hay escalofriantes relatos en numerosos libros editados a lo largo de estos últimos 37 años, alguno de ellos son cortinas de humo de lo que realmente gira alrededor de una gestante tragedia promovida por los viejos sectores ultraconservadores del desaparecido régimen. El organismo que tiene competencias para decidir la calificación de secreto en el caso 23-F, al no descalificar reseñas históricas y sacar a la luz todas las pruebas, sigue ocultando la existencia del fantasma real del golpe, con todas sus conspiraciones y fomentando relatos tergiversados del asalto a la democracia, limitando las responsabilidades a los oficiales de la Guardia Civil asaltantes del Congreso y a pocos mandos más.

¿Qué hizo la Corporación municipal de Vigo la noche del 23-F? Se implicó ante el brutal atentado democrático, encerrándose en su mayoría en el Concello hasta el día siguiente y como entendía que no se podía defender la democracia con el silencio, redactó el único comunicado municipal leído por una emisora nacional a medianoche, mostrando su actitud ante el golpismo y defendiendo la dignidad de la convivencia y los valores democráticos constitucionales. Varios de los concelleiros de aquella jornada histórica han desaparecido de la escena política o han fallecido, pero cuando llega esta fecha aún rememoran lo ocurrido aquel día. El nombre de quien escribe aparecería al día siguiente en la "lista negra" de los golpistas.

* Miembro del Instituto de Estudios Vigueses

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