El candidato del PP en las últimas elecciones catalanas, Xavier García Albiol, ha piado en Twitter que vota por que la letra que ha colocado Marta Sánchez sobre el himno español se convierta en oficial y plantea un referéndum de retuiteo. Tranquilos: la historia demuestra que Albiol y votos son términos que se repelen. ¿No le vale el himno extraoficial, fáctico y popular de "¡Y viva España!". Qué afán de embutirnos a himnos.

Mariano Rajoy, que es presidente del Gobierno y que no es partidario de meterse en declaraciones acerca de la desigualdad salarial de la mujer, se ha calado hasta los muslos en esta letra martiana. "La inmensa mayoría de los españoles nos sentimos representados". Qué manía de hablar por los demás. ¿Está copiando el lenguaje feminista del "todas" para aplicarlo a la "inmensa mayoría"? ¿Cómo sabe lo que opinan 9 de cada 10 dentistas?

No es la primera vez que Marta Sánchez mete un pedazo de la patria en su espectáculo, esta vez con la prosodia de la "Super Bowl". En 1991 llevó "Soldados del amor" a la cubierta de la fragata "Numancia" que participaba en la primera guerra del Golfo. Iba con Olé Olé (Ole) y de pianista de la propaganda llevaba al ministro de Defensa Narcís Serra, que esta semana responderá ante el juez por un "agujero" de 720 millones de euros cuando presidía Catalunya Caixa.

La letra más patriótica de los últimos tiempos es una declaración del escritor Ken Follet y no va en verso, pero debería ser un himno: "¿De qué sirve ser rico / si tienes que vivir en Suiza. / Vivo en Londres, donde siempre he querido. / Pago el máximo tributario británico, / el 46 por ciento. / No hay ningún problema. / Tengo de sobra con lo que me queda. / Nadie me va a quitar mi Rolls-Royce".