Con las comparsas y organizadores de actividades carnavaleiras mirando al cielo y a los partes meteorológicos, la mayoría optó por creer las previsiones más pesimistas y optó por suspender o poner a cubierto los celebraciones al aire libre. Menos Darbo, que desafió al tiempo a golpe de gaitas de la asociación Lembranzas da Ría y acertó de lleno, porque la tarde de ayer fue la más apacible de los últimos días y ni una gota de lluvia se dejó sentir. Para las próximas citas habrá que esperar a que Darbo decida si sale o no y actuar en consecuencia.
Triunfa la indumentaria más abrigosa
Con la borrasca sobre la cabeza, no es de extrañar que los disfraces de esquimal o de personajes familiarizados con ambientes gélidos sean los preferidos por los espontáneos, aunque hay valientes que optan por Tarzán o disfraces más propios del Carnaval de Río.
A vueltas con el Momo
La contradicción entre el cartel del Entroido de Cangas, que ilustra una sardina, y el personaje del Momo que protagoniza el desfile sigue dando que hablar. Y está claro que crece el número de partidarios de regresar al pescado azul.